Los ejecutivos, con miedo escénico
La comunicación se ha convertido en una de las habilidades más valoradas en el entorno profesional
Hablar en público es una habilidad con la que no todos los profesionales cuentan y que cada vez se utiliza más en el terreno laboral. Ya sea para una presentación, una ponencia, una reunión o una negociación, los nervios o los malos hábitos en la comunicación pueden jugar malas pasadas.
'En la carrera se enseña a trabajar el contenido, pero pocas veces se enseña a decir las cosas. Hoy en día no basta con ser un buen profesional. Por ejemplo, por muy bien que se prepare una presentación si no se sabe transmitir no va a convencer a nadie', declara Pascale Bang-Rouhet, fundadora y responsable de técnicas teatrales de ExpresArte, centro de formación especializado en mejorar las técnicas de expresión oral.
La experta asegura que no hay un sector o cometido en el que esta competencia laboral sea más importante. 'Trabajamos con todos los sectores de actividad y distintos niveles jerárquicos y en todos resulta fundamental', afirma. Saber manejar las situaciones desestabilizantes que se puedan plantear en el entorno de trabajo es otro de los retos de muchos profesionales. 'En este caso es clave no entrar en un nivel emocional. Además, saber gestionar conflictos es ganar en credibilidad frente al equipo', señala la experta.
Los altos cargos tienden a preferir una formación más individualizada. En cambio, los mandos intermedios trabajan más en grupo. En ExpresArte, los cursos eminentemente prácticos cuentan con un máximo de seis personas y la parte más innovadora corresponde al lugar de realización: el propio teatro. 'El hecho de trabajar en un escenario acelera el proceso de mejora porque tienes rápidamente la percepción del público', señala Pascale Bang-Rouhet.
En el entorno habitual, según los especialistas, las personas se concentran más en el contenido. En el teatro aquellos que no están acostumbrados a este espacio se sienten más expuestos y, por tanto, toman mayor conciencia de los recursos. 'Te das cuenta de que la voz no llega o de que no conectas con el público. Lo que más suele costar a la gente es exagerar, y en este entorno resulta algo más sencillo', dice la fundadora de ExpresArte.
Otra de las ventajas de trabajar sobre un escenario real es que los participantes tienen una doble visión, como público y como protagonista, lo que permite ver la técnica y también ponerla en práctica, resultando así un modelo de trabajo más enriquecedor.
Una de las claves para la mejora de las técnicas de expresión oral es la personalización adecuada de la formación. Cada individuo tiene unas necesidades distintas en las que se ha de profundizar. 'Cuanto más se personaliza el curso, más rápido se aprenden las técnicas. Uno puede necesitar mejorar la mirada; otro, las técnicas de voz', comenta Bang-Rouhet. En ExpresArte, esta personalización se realiza a través de cuestionarios. En el caso de los directivos, también mediante de una entrevista personal. Y adiós los complejos.