Esmaltaciones San Ignacio suma deudas de 80 millones
Las deudas de Esmaltaciones San Ignacio, una marca histórica de la industria alavesa que la semana pasada solicitó concurso voluntario de acreedores -antigua suspensión de pagos- suman 80 millones de euros. Este volumen de pasivo pendiente de pago da idea de la difícil situación del fabricante de menaje de cocina de Vitoria (a nivel de consumo doméstico son muy conocidas sus sartenes y cacerolas). Según fuentes cercanas al proceso, el grupo vasco ha tramitado la antigua suspensión de pagos como un concurso ordinario, y si el juzgado correspondiente aprueba el informe presentado por la empresa, a partir de ahora se entra en la fase de nombramiento de los agentes principales en estas circunstancias.
El juez tiene que designar un equipo para gestionar la crisis integrado por un abogado (que debe sumar una experiencia de ejercicio profesional de cinco años), así como un economista con despacho en Vitoria. En este equipo también tiene cabida un representante no privilegiado de los acreedores, si es posible ni entidades financieras ni instituciones, que en estos casos suelen ser los principales deudores.
El futuro de las fábricas
La sombra de la crisis de Esmaltaciones San Ignacio planea sobre el futuro de las plantas del grupo, con centros en Vitoria, Guernica (Vizcaya) y Agoncillo (La Rioja). Los representantes sindicales de los trabajadores tuvieron ayer un primer encuentro con los responsables de la empresa.