Un individuo mata a tiros a 30 personas en una universidad norteamericana
Un individuo armado ha causado hoy la peor matanza en un centro educativo de la historia de Estados Unidos, al abatir a tiros a 30 personas, en su mayoría estudiantes, y herir a varias decenas más, según el último recuento ofrecido por fuentes oficiales. La tragedia se ha producido en dos actos, separados por un par de horas, dentro del campus universitario. El agresor ha muerto. En la memoria colectiva pesa la tragedia del instituto de Colombine, en el Estado de Colorado, donde hace ocho años dos adolescentes mataron a tiros a 13 personas.
"Horrorizado" se ha mostrado el presidente norteamericano, George W. Bush, al tener noticia del tiroteo, que ha tenido lugar esta mañana (hora local) en esta universidad de la costa este del país. En un primer momento, la cadena de televisión CNN ha minimizado el alcance de la noticia, de la que sólo se conocía un dato seguro: había muerto una persona. Minutos después, un responsable policial comparecía ante la prensa para elevar a una veintena la cifra de fallecidos. Entre ellos se cuenta el responsable de la matanza, que ha sembrado terror y muerte por las clases y habitaciones del campus universitario, situado en el Estado de Virginia.
Los hechos se han ido conociendo con cuentagotas a través de los grandes medios, incluida la CNN, pero sobre todo gracias a la página de Internet de la universidad (www.vt.edu) y de las informaciones aportadas por los propios estudiantes. Desde un principio, estos testimonios describían el "caos" que se vivía en esos momentos en el recinto universitario, explicando además como algunos chicos se lanzaron por la ventana para escapar del agresor.
La reconstrucción de la matanza
Según la reconstrucción realizada por el director de la universidad Virginia Tech, Charles Steger, los servicios de emergencia recibieron la primera alerta a las 7.15. Cuando acudieron a uno de los colegios mayores de la universidad, conocido como Ambler Johnston Hall y donde viven 895 estudiantes, hallaron el cadáver de al menos una persona. El asesino no pudo ser apresado.
Alrededor de dos horas después, volvió a actuar, en esta ocasión en la facultad de ingeniería Norris Hall, situada al otro lado del campus universitario, a unos centenares de metros de distancia. En este segundo tiroteo han muerto la mayoría de víctimas. El tirador ha perdido también la vida, pero se desconoce aún si a resultas de la acción de la policía o por su propia mano.
"Tragedia de dimensiones monumentales"
El centro se encuentra a 434 kilómetros al suroeste de la capital norteamericana, Washington DC. El campus tiene una extensión de 1.502 hectareas (un campo de fútbol tiene un área de una hectárea) y en él estudian unas 25.000 personas. Según ha explicado Steger en una rueda de prensa, "la universidad está conmocionada y horrorizada" por esta "tragedia de proporciones monumentales". Evidentemente, mañana no habrá clase en el centro, donde padres y responsables docentes se reunirán para "empezar a afrontar la tragedia".
Hace una semana, este centro sufrió una amenaza de bomba falsa. Hace ocho meses, un enfermó se escapó de un hospital y mató a un policía y a un guardia de seguridad.
La peor tragedia en un centro educativo de EE UU
El debate sobre el acceso a las armas y la cultura de la violencia volverá a sacudir con total seguridad a la sociedad estadounidense después de la matanza perpetrada hoy por un solitario asaltante en la Universidad de Virginia, que se ha convertido en el tiroteo más grave registrado en la historia reciente de Estados Unidos.
En la memoria colectiva aún permanece el asalto al instituto Colombine, en Colorado. Hace ahora casi ocho años, el 20 de abril de 1999, dos adolescentes, Eric Harris y Dylan Klebold, menores de 18 años, abrían fuego contra sus compañeros de instituto en la pequeña localidad de Colombine. Tras matar a 13 personas y herir a 24, los jóvenes se suicidaron, dejando en estado de sock a la sociedad estadounidense, y provocando un intenso y agrio debate en torno a la educación y el control de armas.
La tragedia de hoy deja pequeña la ocurrida el 1 de agosto de 1966, cuando Charles Whitman, un experto tirador, terminó con la vida de 15 personas, incluida su madre y su esposa, al disparar contra el alumnado de la Universidad de Texas, en Austin.
El último tiroteo que concentró la atención de la opinión pública sobre el problema del acceso a las armas de estudiantes tuvo lugar el pasado año cuando un desconocido accedió a una pequeña escuela amish del condado de Lancaster (estado de Pennsylvania) y ejecutó a cinco niñas.