Eiffage se dispara en Bolsa ante el pulso de Sacyr en la junta
El aumento de peso de Sacyr en su participada Eiffage y la entrada de la inmobiliaria española Rayet como posible aliado han llevado a la constructora francesa a pulverizar su enésimo máximo bursátil del año. En la junta que decidirá si Sacyr entra por fin en el consejo, la empresa gala quiere aprobar medidas contra posibles opas.
El mercado se calienta ante el inminente pulso entre la empresa que preside Luis del Rivero y Jean-François Roverato -su homólogo en Eiffage y principal opositor de la española- en la próxima junta del día 18. Y la principal beneficiada es Eiffage, que el Jueves Santo se disparó en Bolsa y cerró con un alza del 5,7%, hasta 129 euros.
Sólo desde marzo, la tercera constructora del país vecino se ha revalorizado un 77%. Y en la misma proporción han aumentado las plusvalías latentes que tiene Sacyr y que se elevan ya a 2.240 millones tras invertir 1.750 millones.
Desde hace dos semanas fluyen especulaciones de todo tipo a propósito del papel de Sacyr, primer accionista de la francesa, en una asamblea de accionistas clave que decidirá si nombra por fin consejeros tras el veto de hace un año.
A semana y media de la cita, tanto la española como la cúpula de la gala guardan celosamente sus ases en la manga. Aunque el mercado ya se inclina por que Sacyr ha encontrado un aliado en la inmobiliaria manchega tras reforzarse en los últimos días al máximo posible en su participada, hasta el 33,2%. Si supera el 33,33% del capital o de derechos de voto (ahora limitados a un 29%), tendría que lanzar una oferta pública de adquisición de acciones (opa). Pero también se vería obligada a ello si en la junta Rayet vota con Sacyr y dejan ver una concertación.
Roverato, que ha reforzado el núcleo de accionistas contrario a Sacyr, usará sus armas. Tras los rumores de opa de Sacyr o de Vinci por la compañía de hace unos días -de los que algunas fuentes del mercado español responsabilizan a la propia Eiffage-, el presidente propondrá en la junta medidas para blindar el grupo ante una posible oferta durante los próximos 18 meses.
Si se aprueban estas propuestas, el consejo (en el que no está Sacyr) tendrá poder para emitir discrecionalmente bonos convertibles en títulos de Eiffage, opciones sobre acciones e incluso títulos gratuitos procedentes de la autocartera para personal y directivos del grupo francés. Con ello, Roverato busca aumentar el peso de la plantilla en el capital que ronda el 20%. Se apoya, asimismo, en el 8,5% de la Caisse des Dépôts y el 5% de los directivos de Eiffage.
La española tiene poder para vetar las decisiones
Aunque Sacyr no ha logrado entrar en el consejo de Eiffage y no puede hacer valer su peso en este órgano sí tiene poder de veto. De hecho, lo ejerció en la junta de accionistas del año pasado. Y en la próxima será una baza que con probabilidad puede utilizar la quinta constructora española.Después de un año y dos meses trufados de reuniones de trabajo y encuentros frecuentes entre los presidentes de la española y la francesa, Luis del Rivero y Jean-François Roverato, este último no ha superado su oposición a un primer accionista extranjero. De hecho, si Sacyr logra entrar en el consejo se creará un precedente en un mercado que ha puesto no pocos vetos políticos a la entrada de empresas foráneas.Al margen, Caixa Galicia ha reducido su peso en Sacyr del 5,009% al 5%, al vender 24.000 títulos por un millón de euros.