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CincoSentidos

Desde Singapur a Tirana pasando por Madrid

Alcaldes de todo el mundo se reúnen en la capital de España

Qué puede tener en común la moderna Singapur, ciudad-Estado del sureste asiático, y Tirana, capital de Albania? En principio poco, pero los alcaldes de ambas ciudades estuvieron ayer presentes en la conferencia ¿Qué políticas demandan las ciudades globales?, organizada por el ayuntamiento madrileño, la OCDE y el Club de Madrid.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, no pudo ocultar ayer su orgullo al ver cómo desfilaban por el Palacio de Congresos alcaldes, ministros y ex jefes de Estado con sus respectivas delegaciones. Gallardón abrió la conferencia con unas palabras que recordaron aquellas de 'anoche tuve un sueño', de Martin Luther King. 'Hay expertos que llaman visión a una declaración inspiradora de un sueño convincente', dijo solemne. El alcalde se refería a que una propuesta suya, expuesta en la sede de la OCDE el año pasado, originó esta conferencia.

El encuentro, que se clausura hoy, se organiza a través de debates, en los que representantes de 25 ciudades, ministros estatales y expertos analizan el rol de las ciudades en el siglo XXI. Los encuentros de la primera jornada transcurrieron en un tono serio y sin ninguna discusión acalorada. Tampoco logró nadie levantar grandes aplausos de una platea encorbatada en la que se pudo ver al alcalde Casablanca, de Copenhague, de Estocolmo o al presidente del Consejo Municipal De Kuwait.

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, recordó que la mitad de la población mundial vive ya en un entorno urbano. Y no sólo eso, sino que es en el seno de las ciudades donde se impulsa el crecimiento económico de los países.

En el ambiente flotó la rivalidad entre el poder estatal y el local. Las ciudades defienden aumentar sus competencias para afrontar nuevos retos como la inmigración, la deslocalización de empresas o la gestión de los servicios sociales.

La más enojada fue la vice-alcaldesa de Copenhague, que protestó por una reciente reforma que ha quitado poder al gobierno local y le impide recaudar impuestos.

La secretaría de Estado de Cooperación Territorial, Ana Isabel Leiva Díez, intervino en el primer debate sobre el protagonismo de la gran ciudad. La representante española se curó en salud y empezó su discurso asegurando que las ciudades españolas gozan de un alto nivel de autonomía. También recordó la ley de capitalidad de Madrid y la Carta de Barcelona, dos textos que otorgan poderes especiales y mayor autogobierno a ambos municipios.

Rudolf Niessler, comisario europeo, destacó que las mejores ciudades no son las más pobladas, sino aquellas que apuestan por el conocimiento y la innovación. Citó a Frankfurt, Munich y Barcelona. La capital catalana estaba invitada, al igual que Valencia, pero no acudieron.

Mientras en todos los discursos se hablaba de globalización, postmodernidad y sociedad del conocimiento, emocionó la voz cruda del alcalde de Tirana, capital de Albania. 'No tengo nada que enseñarles, así que hablaré de mi experiencia', anunció. El alcalde explicó cómo le costó cambiar una ciudad marcada por el comunismo desde que llegó al poder en el año 2000. Sin embargo, según sus palabras, el balance es, como mínimo, esperanzador: 'los periodistas ya no hablan de Tirana como la ciudad en la que es fácil que te violen'.

Sevilla anuncia una cumbre de grandes ciudades

No pudo escoger un escenario mejor. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, anunció ante el alcalde de Madrid que tras las elecciones municipales del 27 de mayo que se organizará la primera conferencia de grandes ciudades. En el marco de la cumbre sobre políticas locales, Ruiz Gallardón se felicitó de la decisión del ministro.Sevilla argumentó que en esa futura conferencia participarán capitales de comunidades y de provincias para 'compartir con el Gobierno de la nación y entre ellos los problemas, soluciones e inquietudes.'El ministro también anunció la creación de un observatorio de las ciudades que estudiará los modelos de desarrollo urbano y servirá para identificar factores que puefan contribuir a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.Gallardón no perdió el tiempo y tras firmar un acuerdo de hermanamiento de Madrid con la ciudad de Sarajevo, ofreció la capital para acoger la cumbre, aunque reconoció que entendería que fuera rotatoria, como sucede con la conferencia de presidentes. El alcalde fue más incisivo al decir que el observatorio de grandes ciudades 'debería tener su sede en Madrid. Según Gallardón, es el 'lugar adecuado', ya que 'es donde se encentra el núcleo central' de la administración del Estado. La pelota, ahora, está en el tejado de Sevilla, que aún no ha respondido.

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