Daniel Ortega amenaza con intervenir Unión Fenosa en Nicaragua
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha advertido que su gobierno podría 'intervenir' las actividades de Unión Fenosa en el país si no pone fin a los frecuentes apagones que se registran en los últimos meses.
'No nos quedará otra opción más que intervenir en Unión Fenosa porque tenemos la responsabilidad de garantizar la energía a los ciudadanos nicaragüenses', señaló en un discurso ante el pleno del Parlamento Centroamericano.
A su juicio, el país vive un 'caos' energético provocado por la privatización de las centrales generadoras de electricidad y de la red de distribución. Fenosa opera en el país como principal distribuidora eléctrica a través de sus filiales Disnorte y Dissur.
Para Daniel Ortega, la gestión de Unión Fenosa 'ha resultado un fracaso'. En todo caso, el presidente nicaragüense aseguró que todavía está haciendo 'esfuerzos' para agotar la vía de la negociación y que la tercera eléctrica española cumpla con los compromisos pactados hace dos semanas, en Madrid, con el asesor económico gubernamental, Bayardo Arce.
Por su parte, la eléctrica que preside Pedro López Jiménez ratificó los compromisos de inversión que mantiene en el país y su 'voluntad' de permanecer en Nicaragua.
Según sus datos, sus filiales nicaragüenses ya han invertido más de 65 millones de dólares (48,7 millones de euros) en los seis años que llevan operando en el país, con una media de 10 millones de dólares anuales (7,5 millones de euros), lo que las sitúa entre 'las empresas líderes en inversiones a nivel nacional'.
Unión Fenosa subrayó que sus inversiones se han centrado en la mejora de las redes de distribución y de los servicios a sus clientes, cuyo número se ha incrementado en un 40% en los últimos años hasta llegar a los 640.000 usuarios en la actualidad.
Resultado negativo
La aportación del negocio de Nicaragua a los resultados de Fenosa en 2006 fue negativa. La eléctrica facturó 1.928 gigavatios hora, con un índice de pérdidas de energía del 26,6% y un nivel de morosidad del 7,6%, algo inferior al de 2005.