La junta de la eléctrica aprueba su mayor ampliación de capital
Se culminó la faena. El presidente ejecutivo de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, salió ayer por la puerta grande del Palacio de Euskalduna en Bilbao, donde se celebró la junta general de accionistas de la compañía, tras alcanzar el mayor quorum en una asamblea de la compañía, algo más del 77%, y conseguir el 99% de los votos, presentes y representados, lo que supone un refrendo a su estrategia y, sobre todo, a la operación de compra de Scottish Power.
Los accionistas, incluido ACS con el 12,4% del capital, aprobaron una inyección de recursos de 8.625 millones.
Los mensajes de Galán del miércoles, en los que acotaba el campo en el que debe jugar ACS dentro del capital, estaban calculados. La constructora cumplió lo prometido y se sumó al resto de los accionistas para refrendar la gestión de la cúpula de Iberdrola y dar luz verde a una inyección de recursos que le supondrá diluir su participación. El secretario general de ACS, José Luís del Valle, presente en la junta, así lo manifestó al notario en la asamblea al igual que otros accionistas como la BBK, titular del 10% de capital y con un puesto en su máximo órgano de gobierno.
Galán se encontró cómodo en una reunión de dos horas y media y la primera como presidente ejecutivo tras la jubilación de Iñigo de Oriol, también presente en el acto. Apoyado por dos de sus directores generales, el de desarrollo estratégico y el económico-financiero, Jose Luís Sanpedro y José Sáinz Armada, respectivamente, dibujó una compañía en las que los éxitos en la gestión le han permitido convertirse en un referente internacional 'con un modelo propio' y en el primer operador eólico mundial. Tiró de argumentos. Que si Iberdrola ha creado valor 'para todos ustedes los accionistas' por más de 20.000 millones de euros en el periodo 2001-2006, que si ha repartido 4.100 millones de euros en dividendos, que si la cotización de la acción se ha multiplicado por 2,5 y otras variables más para medir la positiva evolución de la compañía eléctrica en los cinco últimos años.
El presidente de Iberdrola también encontró mayoría de aliados entre los accionistas que se decidieron a expresar sus opiniones. El más relevante fue un inversor escocés -no manifestó vinculaciones ni con Iberdrola ni con Scottish Power, ni con ningún partido político de corte nacionalista- que en perfecto castellano aplaudió la entrada de la eléctrica vasca en la firma británica. Después de resaltar la trascendencia que puede suponer la integración de ambas sociedades, dijo que vascos y escoceses 'son serios en los negocios'.
Para el periodo 2007-2009, Galán anunció que Iberdrola busca profundizar en 'la fórmula de éxito' seguida estos últimos años combinando como ejes fundamentales el crecimiento, la internacionalización y la eficiencia. Además aseguró que el aumento de músculo de la compañía será orgánico y si 'hay oportunidades que supongan crear valor' se realizarán compras una vez se digiera la adquisición de Scottish Power.
Está previsto que la eléctrica pague en abril un dividendo de 1,06 euros.