Trichet considera la productividad española 'muy insatisfactoria'
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, considera 'muy insatisfactorio' el nivel de productividad laboral de la economía española, a la que recomendó sumarse al carro de las reformas estructurales, al igual que el resto de países de la UE, para no perder el tren de la competitividad con EE UU.
Trichet aprovechó ayer su asistencia en Madrid al Foro Nueva Economía para elogiar la buena marcha de las finanzas públicas españolas (alto crecimiento económico y superávit fiscal) que, sin embargo, 'no se extiende' a otras facetas. 'La productividad en España no se encuentra al nivel de una economía industrializada como la que representa; el éxito en la creación de empleo es indudable pero España debe ponerse a trabajar a fondo en este punto en el que los crecimientos apenas superan el cero por ciento', dijo, rodeado de un nutrido grupo de empresarios.
Según los últimos datos del INE, la productividad laboral (cociente entre el aumento del PIB y el del empleo) creció sólo un 0,8% en 2006, con sectores como los servicios y la construcción en los que se registraron, incluso, tasas negativas, debido a la alta contratación de trabajadores poco cualificados.
La receta, según Trichet, pasa por acelerar las reformas estructurales en el mercado laboral. Eso tiene que ver con 'mejoras en la formación profesional y en la educación, a todos los niveles (primaria, secundaria y universitaria)' para que los trabajadores sean capaces de producir más con mejores conocimientos. También tiene que ver con producir bienes con un mayor valor añadido que ayudarán a abrirse paso en mercados internacionales a los que los países emergentes no puedan acceder en igualdad de condiciones por no estar preparados para producirlos.
La amonestación de Trichet a España por la baja productividad la extendió, aunque en menor medida, a toda la zona euro. 'En la UE los crecimientos se sitúan de media en el 1% en los últimos años mientras que en EE UU han superado el 2% en ese periodo, aprovechando una estructura salarial mucho más flexible', indicó.
El guardián de los precios
Precisamente, los costes laborales es otro asunto en el que el BCE 'seguirá prestando atención', sobre todo a que se mantenga su moderación y se liguen a las ganancias de productividad que se produzcan en cada sector. El control sobre los salarios es 'esencial para mantener controlados los precios' que, es en última instancia, el objetivo del Banco Central Europeo.
También sería interesante, a su juicio, que los países mejoraran sus indicadores de medición de la competitividad y que sus gobernantes les hicieran un especial seguimiento. El BCE acaba de publicar un índice armonizado que ayudará a esta labor.
Por otra parte Trichet defendió la independencia del BCE frente a los que, como el candidato conservador a la Presidencia francesa, Nicolas Sarkozy, pretenden limitarla. 'El 73% de la opinión pública europea, y de la francesa en particular, apoya una independencia plena de los políticos para vigilar con rigor el control de la inflación', dijo. A éstos, (los responsables políticos de los países) les sugirió que pongan cuanto antes en marcha la directiva de servicios para ampliar la cohesión del área.
Los servicios aportan un 75% al PIB de cada uno de los Estados miembros. Sin embargo, los intercambios de servicios entre ellos apenas alcanzan el 6%.
Los tipos de interés seguirán subiendo
No hay duda de que los tipos de interés (ahora en el 3,75%) seguirán subiendo en los próximos meses en la zona euro. Ayer, Trichet recordó que la política monetaria del BCE 'sigue siendo acomodaticia', a pesar de la última subida (del 3,5% al 3,75%) decidida por la entidad hace tan sólo tres semanas en la última reunión mantenida en Fráncfort, sede del banco central.Poco antes de los comentarios de Trichet en el citado foro, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que actuó de presentador suyo, destacó el cambio producido en la entidad desde que Trichet llegó a la presidencia, en 2003. 'Ahora, se ha decidido evitar sorprender a los mercados, utilizando un lenguaje refinado y claro respecto a la política monetaria a seguir', señaló Ordóñez.Lo que no está tan claro es hasta cuando subirá los tipos el BCE este año. Los analistas se apuntan a una nueva subida en junio (otro 0,25%) y otra en septiembre, de igual cuantía. Ayer, Mitja Gaspari, gobernador del Banco de Eslovenia y consejero del BCE, expresó sus dudas en que los tipos lleguen al 4,25% a finales del año, teniendo en cuenta los actuales datos económicos, informa Reuters. Eso sí, parece que el 4% es muy probable, en su opinión.Mientras esto ocurre, lo que sí está claro, según Trichet, es el afianzamiento del euro como divisa internacional de confianza . 'Miguel en referencia a Fernández Ordóñez acaba de comentarnos que la zona euro ha creado 12 millones de empleos en los ocho años que llevamos de euro frente a los 3 millones que se crearon en el periodo anterior; algo ha tenido que ver la confianza de los empresarios en una unión monetaria', añadió.
Circulación monetaria
El crecimiento de la masa monetaria no para de dar disgustos al BCE. La cantidad de dinero en circulación medida por el agregado M3 (dinero al contado y en cuentas corrientes y depósitos), aumentó en febrero al 10%, la tasa más alta en los últimos tres años. La evolución de la M-3 es utilizada por el BCE como indicador para el control de precios y el nivel de tipos de interés.