Babcock da marcha atrás y acepta mantener la plantilla
Golpe de efecto. La dirección de Babcock Power España (BPE) se descolgó ayer, domingo, con una propuesta a los sindicatos que supone dejar sin efecto la iniciativa anunciada hace más de seis meses y cuyo objetivo principal era un ajuste laboral de 80 personas para fijar una plantilla tipo de 320 trabajadores. El fabricante vasco de bienes de equipo, propiedad del grupo austriaco A-Tec, ofrece ahora mantener el número actual de trabajadores mediante un programa de formación, reorganización y recolocación para su activo laboral.
Lo que antes se planteaba como fundamental para la viabilidad de Babcock, es decir, la necesidad de aplicar una recorte del 20% de la plantilla, ahora no parece tan sustancial para que pueda seguir su andadura sin demasiados contratiempos. El anuncio de ayer de los propietarios del fabricante de bienes de equipo supone renunciar a sus pretensiones, pero también un órdago a las centrales sindicales que deberán jugar una partida en la que su reiterada apuesta ha sido siempre el mantenimiento de la plantilla pactada en los acuerdos de privatización sellados con la SEPI hace poco más de cinco años, algo más de 400 personas. La dirección de Babcock señaló, para apoyar su cambio de estrategia, que la propuesta sindical de bajas incentivadas era financieramente 'inaceptable'.
Una acuerdo entre empresa y sindicatos, cuya escenificación no debería demorarse, es necesario para que SEPI mantenga en el periodo 2007-2008 las garantías laborales a la plantilla de Babcock que, en teoría, acabaron en enero. El holding presidido por Enrique Martínez Robles ha realizado llamamientos para que la negociación no se alargara indefinidamente. En juego están inyecciones de recursos públicos, ahora paralizados, y coberturas a los trabajadores.