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CincoSentidos

El 'tercer río' de Lyon

Las aguas del Ródano y el Saona articulan esta ciudad del centro-este de Francia, fundada hace más de 2.000 años. Pero su verdadera sangre es el Beaujolais, el vino más famoso de la región alpina.

Lyon rinde culto al vino desde que el Imperio Romano conquistó el territorio y, en la estratégica confluencia de los ríos Ródano y Saona, fundó la antigua Lugdunum. La ciudad es la capital de la región Ródano-Alpes, la comarca vitícola por excelencia de Francia, con 36 denominaciones de origen registradas. El dominio más conocido es Beaujolais, considerado unánimemente con el 'tercer río de Lyon'. Fuera de sus dominios, el Beaujolais tiene fama de ser un vino joven, para paladares poco exigentes. La culpa la tiene la inmensa campaña publicitaria, que bajo el lema 'Ha llegado el Beaujolais Nouveau', conquista el corazón de París todos los años en una gran fiesta que se celebra el tercer jueves de noviembre. Pero los viñedos de Beaujolais han sabido madurar y ahora ofrecen una selección de caldos de primer orden: los 10 Crus, madurados entre tres y siete años, cuyas denominaciones son Chiroubles, Brouilly, Saint Amour, Régnié, Moulin á Vent, Morgon, Juliénas, Fleurice, Côte de Brouilly y Chenas.

En los viñedos de Beaujolais se cultiva una especialidad única de viña, la Gamay, aunque luego se utilizan dos tallas de uva en función de las categorías del vino. La pequeña o Gobelet es la obligatoria para los Crus, la joya de la corona de la región, mientras que la talla grande o Guyot es la empleada para las familias Beaujolais Nouveau y Beaujolais Villages, más ricos y profundos que el conocido embajador mundial de la denominación de origen.

Los caldos más prestigiosos, y algunos extraordinarios pero poco conocidos, se pueden adquirir directamente en los numerosos Chateaus y viñedos particulares que se levantan a lo largo del corredor del Ródano, que discurre entre Suiza y la Costa Azul, atravesando los Alpes.

Pero Lyon, constituye el punto de partida ideal para comenzar una ruta del vino. La ciudad, Patrimonio de la Humanidad desde 1998, ofrece una completa selección de sus mejores vinos en una serie de tiendas especializadas. Con 470.000 habitantes, Lyon es el tercer núcleo urbano de Francia y se encuentra situado estratégicamente a una distancia próxima de localidades tan interesantes como París, Ginebra, Niza o Marsella. Si bien es cierto que esta capital regional padece unos serios problemas de tráfico, sobre todo en sus vías de acceso, lo cierto también es que Lyon es una ciudad manejable y amable.

Lo más interesante del llamado León de Francia se encuentra delimitado al oeste por la colina de Fourviére, donde se alza la basílica de estilo bizantino de Notre Dame; al norte por Croix Rousse, el antiguo barrio de los tejedores de seda, hoy muy deteriorado; el límite sur lo marcan el anfiteatro romano y, cruzando los puentes del Saona, la plaza de Bellecour; por último, la frontera oeste la marca el cauce del Ródano. Todas las calles de esta zona son fácilmente transitables a pie. La City Card de la ciudad, ofrece por 19 euros al día acceso ilimitado a todos los medios de transporte públicos, además de descuentos en teatros y museos.

La capital de la región de Alpes-Ródano cuenta con un aeropuerto internacional de primera categoría, rediseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava.

La buena comida, al alcance de todos

Paul Bocuse, considerado el padre de la nouvelle cousine, es un nombre asociado de forma inevitable a Lyon. Tanto que el octogenario cocinero da nombre a los Halles de Lyon, un mercado gastronómico que funciona desde hace 150 años.Los gustos más sibaritas están bien atendidos con una larga serie de restaurantes abiertos por prestigiosos chefs, premiados por la guía Michelin. Paul Bocuse, Jean Paul Caro, Nicolas le Bec, Christian Têtedoie, Pierre Orsi y Mathieu Viannay son algunos de los grandes nombres de la cocina francesa cuyos platos se pueden degustar en la capital del Ródano.Bocuse ha democratizado además la alta cocina con los restaurantes abiertos entre 1994 y 2003, siguiendo los puntos cardinales (Norte, Sur, Este y Oeste); excelencia gastronómica al alcance de economías ajustadas. Comer bien no tiene porqué salir caro en Lyon; las tabernas típicas, los Bouchon, ofrecen menús de calidad y a un precio perfectamente asequible.Por último, es más que recomendable darse un paseo por la mañana a la orilla del río Saona. Todos los días, excepto el lunes, el mercado al aire libre de Saint Antoine ofrece los mejores productos de la región. Un buen indicio: no sólo son turistas, también los lioneses hacen la compra allí.

'Caldo revolucionario'

¦bull; El sommelier Georges Dos Santos guarda un tesoro en su tienda Antic Wine de la rue du Boeuf, a un paso de la catedral: un vino de las primeras cepas cultivadas en Madeira... cosecha de 1789, año de la Revolución Francesa. El precio del capricho: 4.000 euros.

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