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CincoSentidos

Restaurantes de diseño para ver y para ser vistos

Mesas donde manda el diseño
Mesas donde manda el diseño

Son como máquinas del tiempo, o teletransportadoras. Restaurantes que llevan a los años 60, a bordo de la nave de 2001: una odisea en el espacio, o al norte de África. También hay locales que buscan la sencillez y crear un ambiente acogedor para comer, otros que reflejan el mundo interior de sus decoradores, y otros que acumulan ornamentos de varios estilos. Todos tienen en común que en ellos la cocina pasa a un segundo plano en beneficio del diseño y la arquitectura, y que aparecen en el libro Restaurantes exclusivos (H Kliczkowski-Onlybook), de Bethan Ryder.

El origen directo de esta tendencia está, explica la autora, en la bonanza económica de finales de los 80, especialmente en ciudades como Londres, Nueva York y Hong Kong. Los hosteleros apostaron por cuidar el diseño para atraer a los trabajadores acomodados, y al internacionalizarse la fama de los chefs de cocina se universalizó también la de los diseñadores de sus restaurantes.

El libro hace un repaso por 47 restaurantes divididos en cinco estilos que a veces se solapan: el global, con reminiscencias de otras culturas y países, el retro-pop, que recrea las décadas de los sesenta y los setenta, los clásicos modernos, que eliminan lo superfluo, los conceptos de altura, eclécticos y extravagantes, y los neobarrocos. Entre ellos hay cinco españoles: los barceloneses El Japonès, Lupino y Comerç 24, el alicantino Monastrell y Les Cols, en Olot.

Locales que recrean otras culturas, futuristas, nostálgicos, naturalistas y divertidos

¦bull; Nomads (Ámsterdam, Países Bajos). En la barra del vestíbulo de esta mezcla de restaurante y bar de copas, que trata de recrear el exotismo de Las mil y una noches, siempre es de día. Por la noche la luz artificial sustituye a la natural para que los clientes pierdan la referencia temporal y comiencen a 'olvidar sus preocupaciones', en palabras de Row Wageman, del estudio Concrete, recogidas por Ryder. La fusión de Oriente y Occidente se extiende a la cocina y la música, y también hay una pista de baile, cuyo techo está fabricado de poliéster, 'como los coches de choque'. Es una muestra del estilo global.

¦bull; Bed Supperclub (Bangkok, Tailandia). Tiene aspecto futurista, con forma de tubo elíptico por fuera, y con camas comunales para que se recuesten los clientes, por dentro. Incluido entre los representantes del estilo retro-pop, las paredes del restaurante son blancas, las luces de neón y la música pinchada por un disc-jockey. Tiene zona de bar y actuaciones musicales los fines de semana. El carácter subversivo con el que pretende caracterizarle el Orbit Design Studio se manifiesta también en los postres 'pringosos' que se deben comer con guantes de goma y sin cubiertos.

¦bull; Jones (Philadelphia, EE UU). Ofrece 'una nostalgia feliz y la familiaridad propia del hogar' y sirve cocina americana. Diseñado por David Schefer, su elemento decorativo más llamativo es un fotomural con una escena playera de los años 40.

¦bull; Oggi (Stuttgart, Alemania). Es un clásico moderno, según la clasificación de Ryder, gracias a su pureza de líneas, los materiales naturales y la abundante luz natural que envuelve el restaurante, el bar y el bistro. El lino viste las mesas del restaurante y contrasta con el negro del suelo de piedra de basaltino y con los paneles de madera de color caramelo. El diseño es de Lamott Architekten.

¦bull; Les Cols (Olot, Gerona). La imaginación tiene carta blanca en los conceptos de altura, como este restaurante ubicado en la región montañosa de La Garrotxa. La naturaleza es parte fundamental del diseño, obra del estudio español RCR, puesto que alrededor del caserón en el que está construido hay una zona de cultivo, un jardín de especias y una pequeña granja de pollos. La cocina está conectada con el porche, donde se puede comer en verano. Hay dos comedores: uno de 40 plazas, con estética 'casi monacal' que 'cede el protagonismo a la comida y el paisaje', a juicio de Ryder, y el 'impresionante' salón dorado, para 50 comensales.

¦bull; Les Trois Garçons & Loungelover (Londres, Reino Unido). Fue taberna de hugonotes antes que pub victoriano. Un trío de anticuarios con experiencia en el sector de la restauración y del turismo recuperó este local situado en medio de la nada, en las callejuelas secundarias del East End, y le dieron una estética neobarroca. Para aportar glamour y diversión incorporaron animales disecados, como un bulldog con alas de hada, un gibón engalanado con joyas y un cocodrilo apoyado en equilibrio sobre un piano. La iluminación es 'extravagante', describe Ryder, con cascadas de abalorios de cristal suspendidos del techo.

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