Una nueva etapa para 'un banco de los de antes'
Se abren unas perspectivas fantásticas. A ver si nos quitamos ese sambenito de localismo que tenemos'. Es la opinión de Francisco Ruiz, subdirector general de Banca Pueyo, sobre la adquisición del 33% del capital del banco por parte de la entidad Banif (Banco Internacional do Funchal). La sociedad portuguesa entrará en el consejo de administración de la entidad de Villanueva de la Serena (Badajoz) después de comprar el paquete de acciones a tres de los nueve hermanos propietarios del banco, que mantenían 'divergencias familiares' con el resto, según fuentes internas. Desde la entidad pacense se ve esta entrada como una oportunidad para expandirse al otro lado de la frontera.
La historia del banco es la de tres generaciones de la familia Pueyo, que ha mantenido siempre el 100% del capital en sus manos. El tío abuelo de los actuales propietarios creó en 1890 una casa de banca para comerciantes, agricultores y ganaderos. Actualmente era el único pequeño banco histórico cien por cien familiar -a excepción de la Banca March, de mayor tamaño-. En estos 107 años ha crecido fundamentalmente por la cuenca del Guadiana hasta llegar a las 73 oficinas (sólo cinco fuera de Extremadura). De las 110.000 clientes que posee, 100.000 son de Badajoz, sobre todo particulares, pymes y cooperativas.
Ricardo del Pueyo, presidente del banco, soltero y de 60 años, se crió en el edificio de la sede central de la entidad. Esa era su doble casa: la de préstamos y el hogar. Ha mamado esa tradición y sigue siendo 'el paradigma del banquero clásico, prudente y austero' -según cuentan en el banco-, pero además con un prestigio adquirido que le ha llevado al consejo de la Asociación Española de Banca.
Uno de los lemas de la entidad la define como 'un banco de los de antes'. Aun así, Del Pueyo cree que los banqueros han cambiado mucho. 'Han dejado de ser cerrados. Hoy lo importante es el cliente y si hay que salir a la calle a por ellos lo hacemos como cualquier otro comercio'.
Cuando habla también muestra esa prudencia adquirida en el cargo: 'Nos llevamos bien con todos los políticos y nos parece que todos lo hacen muy bien'. De hecho, el próximo candidato del PSOE a la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quiso conocer hace dos meses su sede central.
De joven, Ricardo fue un montañero aficionado que ascendió el pico Pumori en el Himalaya y llegó hasta el campamento base del Everest. Ahora, retirado de esas aventuras, ve como próxima cota expandir el negocio con la ayuda de Banif -convertido en socio minoritario-, que llega en el momento oportuno. Banca Pueyo ganó 5,3 millones de euros en 2006, un 24,9% más que en 2005, con unos activos de 566 millones. Una sociedad con 210 empleados, pequeña, saneada y rentable, que se jacta de ser 'ágil y cercana en la respuesta a los clientes' y de haber sido un bombón muy apetecible para las entidades grandes.
Francisco Ruiz, que entró como auxiliar administrativo a los 17 años y ahora, a los 49, es el subdirector, cuenta que el banco se ha modernizado mucho en los últimos años. Primero se dio entrada a consejeros externos a la familia, para profesionalizar el consejo. Después llegó una lenta expansión, que les llevó a Madrid hace ocho años y a Sevilla hace tres. 'Ahora contaremos con un socio internacional con una gran experiencia', opina Ruiz. 'Si al principio los empleados se pudieron sentir inquietos con la llegada de alguien de fuera, ahora, cuando los clientes les dan la enhorabuena, les queda un sentimiento de satisfacción', añade. 'Incluso algunos promotores ya nos piden que les ayudemos a financiar la expansión de su negocio al otro lado de la frontera'.