Palm se enfrenta a un futuro incierto ante la oleada de especulaciones
Palm se enfrenta a un futuro plagado de incógnitas. En la última semana, los rumores en los mercados han apuntado a que la compañía iba a ser adquirida, bien por algún fabricante de teléfonos móviles como Nokia y Motorola, bien por algún grupo de capital privado como Texas Pacific o Silver Lake. La operación rondaría los 2.000 millones de dólares (unos 1.530 millones de euros). Al cierre de esta edición, no se había producido ninguna confirmación.
En este escenario, diversos analistas han empezado a hacer sus valoraciones. Merrill Lynch advirtió que sería más difícil que Motorola presentase ahora una oferta, especialmente tras rebajar sus previsiones de resultados en la noche del pasado miércoles. Otros expertos creen que, de no presentarse esta última firma, la posible subasta por el control de Palm se quedaría sin uno de sus protagonistas. Y añaden que la tecnología Good Technology de Motorola sí tendría grandes sinergias con los modelos Treo de Palm.
Otros analistas como los de JPMorgan creen que la integración de Palm en Nokia no tendría mucho sentido estratégico. La primera está centrada básicamente en el mercado estadounidense del móvil, basado en la tecnología CDMA y con gran peso de los sistemas operativos tanto de la propia Palm como de Microsoft. Por el contrario, Nokia está centrada en mercados con tecnologías GSM y el sistema operativo Symbian.
Con respecto a los grupos de capital privado, Merrill Lynch advierte que Palm no sería un objetivo claro puesto que la empresa ni tiene una base de clientes fiel ni una generación de tesorería estable, algo que buscan siempre estos inversores.
En cualquier caso, Palm parece obligada a resolver esta situación. Para empezar porque la competencia es cada vez mayor de grupos como RIM, Samsung y en pocos meses del iPhone de Apple.
De momento, las bolsas han castigado a Palm. Sus acciones cayeron ayer un 8,7%. La firma anunció que los beneficios se redujeron un 60% hasta 11 millones de dólares en su tercer trimestre fiscal con respecto al mismo periodo del pasado año (se vio favorecida entonces por varios créditos fiscales), aunque los ingresos subieron un 5% hasta 410 millones.
Motorola, también con interrogantes
Motorola rebajó en torno a un 10% sus previsiones de ingresos para este trimestre y reconoció que dicho periodo concluiría con pérdidas, por culpa, sobre todo, de la guerra de precios en los móviles, que han afectado a los márgenes de la empresa. En este escenario, la compañía anunció el nombramiento de Greg Brown como responsable de operaciones y de Thomas Meredith como director financiero. Los anuncios provocaron un hundimiento del 6,6% de las acciones de Motorola en el día de ayer. Actualmente, los títulos se mueven en las cotas más bajas del último año. Por si fuera poco, Standard & Poor's situó en negativa la perspectiva de la firma por la fuerte competencia entre los fabricantes de móviles.