El desigual reparto de las ayudas agrícolas en España
Ser el dueño de una explotación agraria en España dejó de ser una bicoca hace tiempo, excepto para los propietarios de grandes extensiones de terreno, que siguen recibiendo ingentes cantidades de dinero procedentes de Bruselas por sus cultivos o sus cabezas de ganado.
Así lo atestigua el último informe de la Comisión Europea sobre el reparto de las ayudas agrícolas en todos los países miembros, correspondiente a 2005. España recibió ese año 4.476,4 millones de euros, el 13% del total de las ayudas comunitarias, que fueron a parar a 904.090 agricultores. Una cuenta rápida daría como resultado que la ayuda media recibida por agricultor sería de 4.950 por explotación agraria. Nada más lejos de la realidad.
El estudio de la Comisión Europea muestra como 10.190 agricultores (el 1,12% de los españoles) se llevaron el 22,68% de las ayudas (1.015 millones de euros). Una media de casi 100.000 euros por agricultor. En el lado contrario, 465.800 productores (el 51,5% de los titulares de explotaciones) se repartieron tan solo el 4,4% de las subvenciones (198,2 millones), apenas 2.350 euros por agricultor.
El reparto desigual de las ayudas, según Javier Alejandre, responsable de los servicios técnicos de Unión de Pequeños Agricultores (UPA), procede de 1992, fecha en la que la Unión Europea estableció un sistema de ayudas compensatorias ligadas al número de hectáreas y a las cabezas de ganado. Esta medida sirvió para crear una brecha muy grande entre los grandes propietarios y los pequeños agricultores, 'ya que el que más superficie tenía, más dinero cobraba'.
Estas diferencias fueron las que animaron a la UPA en 1999 a desarrollar una campaña en todo el territorio nacional en la que solicitaba la modulación de las ayudas agrarias y en la que denunciaron casos como el de la Duquesa de Alba o el banquero Mario Conde, que recibían grandes cantidades de dinero frente a un gran número de agricultores que estaban viendo reducidas progresivamente sus ayudas.
La última reforma, en vigor desde 2006, desligó las ayudas de la extensión y las ligó a la suma de las ayudas recibidas en 2001, 2002 y 2003. 'No ha cambiado nada la situación', dice Alejandre.
En su opinión, la situación de 1999 se puede reproducir en breve, puesto que este informe de la Comisión, asegura, es un síntoma más de que se va a producir un recorte presupuestario en las ayudas. 'Volveremos a pedir una modulación en las ayudas porque consideramos más sensato que el recorte se produzca en las explotaciones de mayor tamaño porque tienen más margen para compensar las posibles pérdidas', apunta.