Galileo, contra las cuerdas por la falta de fondos y la pugna entre sus socios
La UE y la ESA alertan sobre el incierto futuro del proyecto europeo de posicionamiento por satélites. Galileo Industries, empresa adjudicataria, es incapaz de poner en órbita su segundo satélite acosada por la falta de dinero y la guerra interna.
Jacques Barrot lanzó ayer una severa llamada de atención a las empresas concesionarias del programa europeo de posicionamiento y localización mediante satélites Galileo, entre las que se encuentran las españolas Hispasat, GMV y AENA. El vicepresidente de la Comisión y responsable de Transportes, les acusó de estar incumpliendo los compromisos que asumieron al hacerse con el contrato para la puesta en marcha de este programa estrella de la UE y de la Agencia Europea del Espacio, (ESA). Según Barrot la situación ha llegado a tal extremo que los retrasos acumulados ponen en riesgo la puesta en marcha de la constelación de satélites que se conoce como el GPS europeo.
Galileo Industries, el consorcio concesionario, no ha sido capaz de lanzar el segundo satélite de la serie de 30 aparatos, que debía de estar en órbita desde hace seis meses. Este ingenio tiene funciones de testigo y de soporte para las primeras experiencias de servicios sobre la nueva tecnología que promete la constelación de satélites.
El comisario Barrot con su advertencia recoge la llamada de alerta efectuada hace un par de semanas por el director de la Agencia Europea del Espacio, Jean Jaques Dordain quien puso en duda la capacidad de Galileo Industries para resolver sus disputas internas.
Carta
Siguiendo este guión, el comisario Barrot escribió una carta a la presidencia alemana de la Unión Europea, a los ministros de Transporte de los Veintisiete y a las ocho empresas que forman el consorcio (EADS, Alcatel-Lucent, Thales, Finmeccanica, Immarsat y Teleop, además de las españolas) en la que asegura que 'los retrasos acumulados y la ausencia de cualquier signo de progreso en las negociaciones del contrato de concesión deben considerarse como un riesgo para la entrega del proyecto en el plazo que preveíamos'.
'La carta pretende hacer sonar todas las alarmas sobre la situación de Galileo y del consorcio', señaló el portavoz de Transportes de la Comisión, Michele Cercone. Aseguró que 'todavía se está a tiempo de evitar repercusiones graves' y para ello el vicepresidente del Ejecutivo comunitario pedirá el próximo 22 de marzo un mandato a los ministros de Transportes de los 27 para examinar la situación y proponer soluciones que desbloqueen el actual impasse.
Berlín y Londres, morosos
Las claves de la vida convulsa que sufre de manera crónica el desarrollo del programa Galileo tiene dos claves reiteradas.La ausencia de interés de los grandes países de la Unión Europea por aportar los presupuestos que les corresponden sin recupera por la vía de retornos la cuantía integra de sus aportaciones es la primera.Alemania y Reino Unido son en este momento los principales morosos, que dejan al descubierto a las compañías del continente embarcadas en el desarrollo de programa sobre la tecnología Galileo.Los intereses empresariales encontrados entre los líderes del consorcios Galileo Industries, es el segundo motivo del colapso de proyecto.