Las pistas de esquí cubiertas se multiplican en Europa
Valencia combinará en 2009 la oferta de sol y playa con la de nieve
A punto de acabarse la temporada, las estaciones siguen pendientes del cielo a la espera de que caiga alguna nevada más o, al menos, que se mantengan las bajas temperaturas. Mientras, indiferentes al calentamiento global y la llegada de la primavera y gracias a tecnologías de innovación artificial cada vez más desarrolladas, los centros de esquí cubiertos florecen por toda Europa.
Cuando España inauguró su primer y único centro cubierto, el Madrid Snowzone, era el más grande de Europa y el segundo del mundo, por detrás del Snowdome de Tokio, complejo japonés con una pista de 500 metros de longitud. Han pasado cuatro años. Desde entonces se han abierto varios centros, como el alemán Alpincentre de Bottrom, a 40 kilómetros de Dortmund, que cuenta con una pista con más de 640 metros de pendiente y el recientemente inaugurado Snowhall de Amnéville, en el noroeste francés, que suma dos kilómetros de pistas y un desnivel de 90 metros.
El complejo madrileño, situado en el centro comercial de Xanadú, ofrece 18.000 metros cuadrados para la práctica del esquí, con una pista principal de 250 metros de longitud y 55 de ancho y un desnivel de 25 %. Pero sobre todo, ofrece nieve de calidad polvo con espesores de entre 30 y 100 centímetros los 365 días del año, de 10 a 24. Cerca de un millón de personas se han acercado al Madrid Snowzone desde su apertura en 2003. Para 2007, la empresa espera un afluencia de 300.000 esquiadores.
Este año, la estación madrileña se apunta también a la organización de competiciones, con la celebración de la Rider's Cup. La competición, que se inicia este sábado, consistirá en seis pruebas distribuidas a lo largo de los próximos cinco meses.
Dentro de unos años, Madrid Snowzone perderá también su condición de única pista cubierta de España. Valencia dispondrá en 2009 de un nuevo centro comercial en el sur de la ciudad que incluirá un complejo de nieve con una pista cubierta de 250 metros de largo. La ciudad mediterránea será la primera en combinar una oferta de sol y playa con la de nieve.