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Batalla

Las concesionarias ven difícil un cambio contable que no dañe el beneficio

æscaron;ltima fase en la batalla contable de las concesiones. La norma que daña los beneficios de los grupos de infraestructuras ha entrado en el trámite político para ser aprobada en algo más de un mes y las empresas ven complicado conseguir todos los cambios que piden, a pesar del firme apoyo del Gobierno español. Han conseguido ya dos de las tres modificaciones, pero no la más importante.

Ha empezado la cuenta atrás para que el comité regulador de la UE (Accounting Regulatory Committee) apruebe previsiblemente en algo más de un mes la interpretación definitiva de la norma (la Ifric 12) que trae de cabeza a las concesionarias. Pero las empresas que gestionan las infraestructuras se muestran pesimistas sobre la posibilidad de salvar el gran caballo de batalla: los costes financieros. Tienen el apoyo del Ministerio de Economía y del de Fomento, pero harían falta más apoyos de países europeos aparte de los de Italia o el más tibio de Dinamarca, según explican fuentes del sector implicadas en las negociaciones.

Las empresas llevan más de cinco años luchando por que las nuevas normas internacionales de contabilidad (NIC) recojan una forma de apuntar los gastos de los créditos con los que costean las infraestructuras de forma que no mermen el beneficio.

El propósito ha sido convencer al IASB, el comité que ha elaborado las reglas, y luego al Ifric (que hace las interpretaciones y sienta cátedra) de que lo más adecuado es contabilizar esos costes repartiéndolos a lo largo de la vida de la concesión, que suele ser más de 20 años. Tal como establecía la norma española antes. Las NIC, que entraron en vigor hace dos años, obligan a apuntarlo de una vez nada más ganar el contrato de infraestructuras de la administración correspondiente.

Con esa fórmula, los daños a la imagen contable de la empresa que gestiona una autopista o un hospital, por ejemplo, 'son espectaculares, porque al principio de la concesión tienes muchos gastos y al final casi ninguno, con lo que el beneficio merma inicialmente y luego se dispara', explican fuentes de los grupos afectados. A esto se une que si no hay ganancias, no hay dividendos, con lo que las compañías pierden en los primeros años unos ingresos de las concesiones que acaban de ganar.

Los más afectados en Europa son los grupos españoles -que son líderes en el mundo en gestión de concesiones- junto con los italianos, polacos y, en menor medida, los franceses y alemanes. La gran expansión en gestión de autopistas y hospitales en Europa y América les costaría caro contablemente a las empresas nacionales, como ACS (con su filial Iridium), Ferrovial (con Cintra), FCC (con su nuevo holding de infraestructuras compartido con Caja Madrid), Sacyr (con Itinere, que saldrá a Bolsa este año), Abertis, OHL y Acciona. Aunque ya ahora aplican el criterio contable más estricto a falta del definitivo. A pesar de no ser los únicos perjudicados, no todos los países están dispuestos a plantar batalla por la cuestión.

Sin embargo, la presión española ya ha obtenido dos logros importantes. Ha convencido al Ifric, que interpreta las NIC, de que las amortizaciones de las autopistas o el activo que gestionen deben ser progresivas y no lineales. Y también de que las constructoras puedan apuntarse el beneficio de construir una infraestructura para su filial de concesiones ya que la contrata una administración. Estos dos importantes progresos se aprobaron hace unos tres meses. Pero el de los gastos financieros, el que más afecta al beneficio, sigue en el aire.

¿Una imagen fiel de las empresas?

Lo más correcto habría sido elaborar una norma nueva para las concesiones antes de la aprobar la nueva normativa contable y no una interpretación a posteriori. Así lo argumentan fuentes del sector, que consideran que el IASB y el Ifric, responsables de estas reglas, no han tenido en cuenta las peculiaridades de los grupos de infraestructuras. Y es que estos órganos han reducido la contabilización de los ingresos a dos vías. Los consideran activos financieros si la concesión es, por ejemplo, la gestión de servicios en un hospital a cambio de un canon de la administración (tiene riesgo de disponibilidad), o son activos intangibles (las autopistas, que tienen riesgo de demanda o de tráfico). En este último caso, las concesionarias proponen considerarlo contratos a largo plazo, como 'alternativa más sensata y adecuada' . Y en el primero, estiman que deberían dejar a las empresas contabilizarlo como a las entidades financieras. De lo contrario, seguirá la paradoja que se da actualmente: gestionando la misma autopista (por ejemplo, la de Chicago), el fondo australiano Macquarie gana dinero mientras su socio Cintra (de Ferrovial) ve reducido su beneficio. Fuentes del sector se preguntan dónde está la imagen fiel contable, que era el objetivo principal de las normas NIC.

Presión española

Los esfuerzos de las empresas y el Gobierno español han conseguido que el comité regulador contable aplace la votación de la norma que afecta a las concesiones. Estaba previsto que el próximo 16 de marzo, este comité en el que están representados todos los países miembros, decidiera sobre la interpretación definitiva. Según el calendario que manejan las compañías, se gana en tiempo algo más de un mes.

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