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Aeronáutica

Francia y Alemania pactan repartir el ajuste de Airbus

El presidente francés, Jacques Chirac, y la canciller alemana, Angela Merkel, acordaron el viernes que el plan de ajuste de Airbus, que podría anunciarse el próximo 9 de marzo, afecte de forma similar a las plantas francesas y alemanas. La reestructuración podría afectar a más de 10.000 trabajadores de las plantas del grupo y suponer la escisión, entre otras, de la factoría de Puerto Real, en Cádiz.

Las piezas del rompecabezas de Airbus podrían volver a encajar de nuevo. El impulso político oficial que les faltaba para calmar la tensión reinante fue escenificado el viernes en Alemania, durante un encuentro bilateral informal entre la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente francés, Jacques Chirac. Aunque la canciller Merkel había advertido de que el encuentro no serviría para analizar el futuro de EADS, matriz de Airbus, lo cierto es que este tema acaparó casi todo el encuentro en el castillo de Meseberg, la residencia de invitados del Gobierno alemán, al norte de Berlín.

En un clima de apatía política entre París y Berlín, el retraso en el plan de ajuste de Airbus, provocado por las discrepancias franco-alemanas en cuanto a la distribución de la carga de trabajo, es una espina más en las relaciones bilaterales. En un deseo de 'asumir su responsabilidad política' sobre uno de los proyectos industriales más representativos del potencial de integración europea, ambos dirigentes decidieron hacer una declaración común sobre Airbus. 'La canciller y el presidente de la República señalan con fuerza su interés común por un reparto equitativo de los esfuerzos en la perspectiva de éxitos comunes en el futuro' de Airbus, según recoge el documento con la habitual pompa que caracteriza las declaraciones comunes franco-alemanas.

Chirac fue especialmente explícito al pedir que 'no haya despidos en seco' y ambos se mostraron muy claros en cuanto a su deseo de que también Airbus tenga su propio eje franco-alemán, es decir, que 'Francia y Alemania sigan siendo los pilares fundamentales de este proyecto', según señaló Merkel. En concreto se trata de repartir la aportación tecnológica de cada país a la máquina Airbus, que a medio plazo se concentrará en el modelo A350, fabricado con materiales ultraligeros. Una tecnología que Alemania domina y que no quiere perder a causa del plan de ajuste que prepara la compañía, que preveía una reducción drástica de la aportación alemana en este modelo. De ahí el bloqueo que condujo la semana pasada al retraso sin die de Powwer 8, como se conoce al plan de reestructuración, y que el presidente de Airbus y copresidente de EADS, Louis Gallois, habría aceptado cambiar.

Según el nuevo borrador, Alemania habría abandonado sus exigencias para fabricar la parte central del A350 a cambio de una mayor carga de trabajo en el modelo A320, según el diario francés Les Echos. Todo un tira y afloja que según la canciller alemana Angela Merkel forma parte de un 'proceso normal' en cualquier negociación, si bien lo 'importante es no permitir que esto sea instrumentalizado para sembrar la discordia'.

El plan de ajuste definitivo, que podría presentarse el 9 de marzo, contemplaría la supresión de 10.000 puestos de trabajo en Francia, Alemania, Reino Unido y España. Según el periódico serían 10 las plantas afectadas cuatro en Alemania (Varel, Nordenham, Laupheim y Buxtehude) y otras cuatro en Francia (Méaulte, Saint-Nazaire, Rochefort y Socata de Tarbes). En España sería Puerto Real la afectada mientras en Reino Unido el ajuste correspondería a Filton.

Temor en la Bahía de Cádiz

La Bahía de Cádiz todavía se recupera del impacto social de la noticia de la marcha de Delphi de Puerto real cuando ya teme la posible crisis industrial de Airbus, que también dispone de una planta en la localidad gaditana. Por el momento, fuentes de la Junta de Andalucía y de los sindicatos prefieren no dar ningún crédito a la idea de que el fabricante de aviones se podría desentender de la planta andaluza. A la espera de confirmación oficial, el Gobierno andaluz y los representantes de los trabajadores pidieron el viernes a la ciudadanía que se movilice en defensa de la plantilla de Delphi, que permanece sin abandonar la factoría mientras sus familiares inician las primeras marchas de protesta. La Junta volvió a insistir en que el cierre es ilegal porque no ha respetado la legislación española. El ministro de Industria, Joan Clos, pidió el viernes a la multinacional explicaciones sobre el cierre y colaborará con la Junta para buscar soluciones.

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