Las rebajas y el crudo frenan el IPC hasta el 2,4%
La contención en los precios del petróleo junto al inicio del periodo de rebajas han permitido en enero que el IPC frene su aumento, del 2,7% hasta el 2,4% en tasa interanual, según los datos definitivos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Tradicionalmente, el mes de enero se comporta positivamente de cara a la evolución del IPC, ya que en el índice se recoge el 'efecto rebajas' en el comercio. Así ocurrió el mes pasado. El IPC cayó un 0,7% sobre diciembre. En tasa interanual, descendió tres décimas (del 2,7% de enero de 2006 al 2,4% de enero de 2007). Se trata del menor nivel de precios desde marzo de 2004.
El grupo que registró el mayor descenso fue el del vestido y calzado. Por efecto de las rebajas, este grupo cayó un 11,7% de media (13,6% en las prendas de vestir de la mujer), al que se unieron los precios del menaje del hogar (-0,2%).
El transporte (que varía con el petróleo) se sumó a este comportamiento positivo con una caída del 0,1%, asumiendo la rebaja del precio del barril de crudo acumulada a lo largo del mes. De hecho, en enero, el barril de Brent, de referencia en Europa, llegó a cotizarse a 52 dólares, 11 menos que a finales del año 2006. En alimentación, destaca la bajada del aceite (un 8%) y la carne de pollo (un 1,2%).
Sin embargo, no todo es positivo en el dato de enero. Uno de los aspectos más preocupantes es el comportamiento de la inflación subyacente (la que descuenta del índice general los elementos más volátiles como alimentos frescos y la energía). El IPC subyacente, lejos de caer, se elevó dos décimas en enero del 2,5% hasta el 2,7% en tasa interanual, por encima del índice general. Este dato es relevante toda vez que la tasa subyacente mide la tendencia de la inflación a medio plazo. Su subida hace prever que el buen dato de IPC de enero tal vez sea fruto de un día. Así piensan tanto sindicatos (UGT y CC OO) como la patronal CEOE, en sendos comunicados hechos públicos ayer, pese al 'buen dato' del índice general.
Parte del mal comportamiento de la tasa subyacente se debe a los servicios. Sus precios han crecido el 0,6% en enero sobre diciembre y acumulan un incremento del 3,8% en un año. Hoteles, cafés y restaurantes se llevan buena parte de las tensiones inflacionistas acumuladas en este grupo. Los servicios médicos, integrados también en ellos, han subido un 2,5% en sólo un mes.
Por otro lado, el IPC de enero ha recogido también las subidas anunciadas a fin de año del precio del tabaco y del recibo de la luz. Otras subidas importantes han sido la de la carne del vacuno y el pan. A pesar de estas alzas, el Gobierno es relativamente optimista respecto a la evolución de los precios en los próximos meses. El vicepresidente económico del Ejecutivo, Pedro Solbes, espera incluso que el IPC se frene algo más, hasta caer por debajo del nivel del 2%. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, más explícito ayer, espera esta bajada 'en el segundo o tercer trimestre'.
Otra buena noticia es el diferencial de inflación con la media de la zona euro, que ha caído hasta el medio punto, después de mantenerse por encima del punto durante muchos trimestres consecutivos.
No obstante, el Ejecutivo reconoce que los riesgos al alza de la inflación continúan. Sobre todo, si el precio del petróleo vuelve a los niveles registrados en meses anteriores. En agosto de 2006, el barril de crudo Brent llegó a situarse próximo a los 80 dólares.
En cuanto al comportamiento territorial, siguen existiendo evidentes disparidades de precios de consumo por comunidades autónomas. Andalucía y Aragón se llevan la palma, con un IPC situado en el 2,6%. Por contra, Canarias, Castilla-La Mancha y Galicia tienen situada la inflación en enero en el 2%, justo el nivel considerado como aceptable por el Banco Central Europeo (BCE).
El nivel de IPC es un dato a tener en cuenta por el BCE para decidir los tipos de interés en la zona euro. Los analistas esperan que la entidad que preside Jean-Claude Trichet eleve los tipos en la próxima reunión de marzo, con el argumento de que permanecen los riesgos inflacionistas.
Cambio de base con nuevas ponderaciones
El IPC de enero es el primero que se calcula con la nueva base 2006 (este ejercicio se utilizará como índice 100). Hasta ahora, el INE utilizaba como base el año 2001.Entre las novedades de la base 2006 se encuentran nuevas ponderaciones de los grupos que componen el IPC, dando más peso específico a productos ligados a servicios y telecomunicaciones. Además, el INE ha aprovechado para adaptar el IPC a los nuevos gustos de los consumidores. Entran en la cesta de la compra de los españoles, (utilizada para calcular el IPC) productos como los dietéticos y los alimentos infantiles, y servicios cada vez más utilizados como la cirugía estética, las operaciones de miopía y la fisioterapia. Salen de la cesta de la compra oficial productos de consumo en desuso como la carne de vaca (se consume ahora más ternera y añojo) y la reparación de electrodomésticos.Por otro lado, el INE ha aumentado un 25% (hasta 177) la muestra de municipios en donde se toman precios de referencia.