La CE prepara una sanción multimillonaria contra varios fabricantes de ascensores
La Comisión Europea ultima una multa de cientos de millones de euros contra varios fabricantes de ascensores por pactar precios durante años en el mercado europeo.
El próximo miércoles, la Comisión Europea prevé imponer una multa de entre 900 y 1.000 millones de euros a cuatro fabricantes de ascensores, según adelantó ayer la agencia France Press. La misma fuente identifica a la finlandesa Kone, la alemana ThyssenKrupp, la suiza Schindler y la estadounidense Otis como las firmas que serán sancionadas.
La Comisión acusó en 2005 a esas cuatro compañías de pactar precios durante casi una década para los mercados de Alemania, Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
En enero de 2004, funcionarios comunitarios habían registrado por sorpresa las oficinas de estas empresas ante la sospecha de que estaban manteniendo artificialmente elevados los precios de sus productos.
La CE también registró la sede de la Asociación Europea de Ascensores, con sede en Bruselas, ante la posibilidad de que las reuniones para pactar los precios se hubieran celebrado en sus dependencias.
Poco después, sin embargo, la dirección general de Competencia de la CE se dirigió por escrito a esa Asociación para exculparla de toda responsabilidad.
Las compañías investigadas, sin embargo, parece que correrán una suerte muy distinta. Y son firmes candidatas para encajar, según France Press, la mayor multa contra un cartel en la historia de la política comunitaria de competencia.
Hasta ahora, el llamado cartel de las vitaminas disfruta el dudoso honor de encabezar el ranking de multas por repartirse un mercado.
La farmacéutica Hoffman-La Roche, que auspiciaba y lideraba aquel acuerdo, según Bruselas, encajó una sanción e 462 millones de euros en 2001. La sanción total a todas las empresas implicadas ascendió a 790 millones de euros.
La actual comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, desde que accedió al cargo en 2004, ha convertido la lucha contra los carteles en una de las prioridades de su mandato.
El mes pasado impuso una sanción de 750 millones de euros a ocho compañías (Siemens, Mitshubishi, Toshiba, Alstom, Areva, Hitachi, Schneider y Fuji) por repartirse durante 16 años el mercado europeo de un componente eléctrico para regular la distribución de gas.
Ese acuerdo incluía un pacto para que las empresas japonesas no compitiesen con las europeas en sus respectivos mercados, una táctica cuya ilegalidad ha confirmado el mes pasado el Tribunal de la UE en un caso similar.
La multa contra los fabricantes de componentes eléctricos permitió a Kroes establecer un récord en las sanciones contra un cartel que se repartía el mercado de un solo producto (en el caso de las vitaminas, la CE cree que se trataba de diferentes productos).
Ahora, con el cartel de los ascensores, la comisaria parece dispuesta a batir el récord absoluto. Las empresas que previsiblemente serán sancionadas copan la mitad de un mercado mundial valorado en unos 25.000 millones de euros. La multa puede ascender hasta el 10% de su facturación.