La plantilla de Babcock no negociará otro ajuste
La historia de Babcock ya tiene un capítulo más. El grueso de la plantilla del fabricante vasco de bienes de equipo acordó ayer en asamblea no continuar las negociaciones con la empresa, propiedad del grupo austriaco A-TEC, para realizar un ajuste laboral de 80 personas hasta que la SEPI no les ofrezca nuevas garantías.
La decisión de la asamblea choca con los criterios de UGT y CC OO, sindicatos mayoritarios en Babcock, que apostaban por abrir una negociación sin condiciones previas. Esta nueva situación abre ahora un nuevo periodo de incertidumbre.
El asunto se presenta difícil. La SEPI, cuyos compromisos con la compañía finalizaron el pasado 31 de enero tras realizar un proceso ordenado para la salida de Babcock de la órbita pública, marcó la semana pasada el campo de juego. Así, el holding que preside Enrique Martínez Robles, advirtió de que la condición 'imprescindible' para prorrogar las garantías sociolaborales para la plantilla es que empresa y sindicatos lleguen a un acuerdo sobre el nuevo plan industrial, incluido el posible recorte de empleo.
A pesar de la decisión de los trabajadores, desde la dirección de Babcock se mostraron dispuestos a seguir negociando con los sindicatos para llegar a un acuerdo y reiteraron su intención de relanzar el negocio a partir de su propuesta de plan industrial. A-TEC ya ha anunciado que tomará las decisiones oportunas para garantizar el futuro de la compañía, incluido un ajuste laboral (pactado o no) y la venta de Isotrón y Babcock Montajes.