'Andalucía dará otro salto económico con el Estatuto'
Asegura que Andalucía ha superado sus lastres gracias al acceso a la autonomía plena y pronostica resultados igualmente históricos con la nueva reforma estatutaria que se votará el domingo en referéndum. Espera un 'sí' masivo.
El presidente andaluz reclama ahora una movilización equivalente a la generada por la ola popular que el 28-F de 1980 rompió el modelo asimétrico diseñado por UCD y le dio a Andalucía la autonomía por la vía rápida a través del Estatuto que ahora se reforma. También en esta ocasión la comunidad intenta no descolgarse del pelotón de cabeza aprobando 'masivamente' un texto de máximos equiparable al catalán.
Su partido busca la legitimidad y la movilización del 28-F. ¿Qué se juega Andalucía el domingo?
La legitimidad del nuevo Estatuto está garantizada al haber obtenido en el Parlamento de Andalucía un respaldo del 95% y la casi unanimidad en las Cortes. Y, desde luego, si el 'sí' es mayoritario en las urnas ésas son las reglas de un Estado de Derecho y nadie debe olvidarlas. No hay más legitimidad que la que emana de las leyes. Hace referencia al 28-F, que permitió el acceso de Andalucía a la autonomía plena del artículo 151 de la Constitución, en principio reservado para las comunidades consideradas 'históricas'. Aquella gran movilización cívica, expresada en las urnas con un abrumador 'sí' en el referéndum, ha hecho que el vigor del 28-F llegue intacto hasta nuestros días. Es natural que, en ese sentido, desee la mayor participación.
'Hay garantías de que en 18 meses se cuantificará la deuda histórica y se abonará en tres años'
Admite que el Gobierno central deberá conciliar la exigencia financiera de cada estatuto
'Se ahuyenta para siempre el fantasma de la marginación de Andalucía'
Las encuestas dan un amplio respaldo. ¿Qué listón se pone usted?
Yo soy muy ambicioso porque la historia reciente de Andalucía ha demostrado que los andaluces aprovechan sus oportunidades. Y la gran oportunidad que ha supuesto la autonomía ha dado sus frutos. No reclamo ninguna medalla para mi Gobierno, pero sí el reconocimiento para la sociedad andaluza, que ha superado lastres históricos que parecían insalvables y que ha ahuyentado, para siempre, el fantasma de la marginación de Andalucía del progreso general de España. Tenemos problemas, claro está, pero son problemas y retos que por fin son los mismos que los de las sociedades más avanzadas. Y todo en apenas 25 años, que es un periodo muy breve en términos históricos. El listón lo pongo tan alto como nuestros logros y como las expectativas que abre el Estatuto.
Andalucía se asegura con el Estatuto, al igual que Cataluña, una financiación a su medida en función de la población. ¿Cómo afectará este logro al conjunto de comunidades?
Siempre he dicho que los modelos de financiación tienen que ser acordados entre el Gobierno de España y el conjunto de comunidades. Eso no es incompatible con el hecho de que los Estatutos recojan principios sobre la financiación autonómica, que luego han de ser conciliados con el interés general de España, algo que corresponde al Gobierno y a las Cortes. Sí es verdad que durante los Gobiernos del PP, las inversiones del Estado en Andalucía estuvieron notoriamente por debajo del porcentaje andaluz de población, lo cual es una fórmula extraña de estimular la cohesión y la convergencia de comunidades que parten de una situación más desfavorecida. Y tengo que decir que esa discriminación se resolvió con Rodríguez Zapatero.
Andalucía ha vencido el subdesarrollo en los 25 años del antiguo Estatuto. ¿En qué medida ayudará la reforma a impulsar la economía?
Andalucía ha vivido un gran avance gracias a la autonomía plena y dará otro salto económico histórico gracias al nuevo Estatuto. No es retórica: la economía andaluza de 1980, que se calificó como 'subdesarrollada', se caracterizaba por un fuerte peso del sector agrario (el 25% de la población activa) y un problema básico: la pérdida de capital humano que significó la salida de 1,9 millones de andaluces. Por eso, el Estatuto en vigor habla de reforma agraria y lucha contra la emigración. Hoy, el sector agrario es más potente y representa un porcentaje más acorde con una economía desarrollada (7-8% del empleo). Y los flujos demográficos se han invertido: tenemos inmigración. El cambio ha sido profundo. Andalucía ha convergido notablemente en términos per cápita con el resto de la UE, en un contexto de un notable crecimiento de la población, y ha multiplicado por diez su PIB. El paro ha pasado del 32% al 12%, apenas dos puntos por encima de Alemania. El resultado es una economía más equilibrada y con mayores potencialidades, que requiere los instrumentos que se recogen en el nuevo Estatuto.
¿Cuáles son las prioridades económicas de la reforma?
El texto marca principios como el del desarrollo sostenible, el pleno empleo en igualdad de oportunidades, la cohesión social y la creación y redistribución de la riqueza. Las prioridades tienen un carácter horizontal: promoción de la capacidad emprendedora; formación permanente de los trabajadores y su seguridad; relaciones entre investigación, universidad y empresa o la proyección internacional de las empresas. No son aspectos totalmente novedosos, ya que son áreas en los que ya venimos actuando.
¿Es el cobro de la deuda histórica una de las grandes aportaciones?
Es cierto que durante 25 años, y salvo un pago acordado por el Gobierno de Felipe González, no hemos podido cumplir esa previsión del actual Estatuto, de la que el PP, por cierto, nunca he querido hablar. Con el nuevo, tenemos garantías de que en 18 meses debe alcanzarse un acuerdo sobre la cuantía, que debe estar satisfecha en un plazo de tres años. Es un avance de los muchos que contiene la reforma.
Una reforma de referencia para otras autonomías
La comparación con Cataluña ha sido constante. ¿Son Estatutos equivalentes?Los Estatutos desarrollan competencias constitucionales y es natural que se encuentren similitudes entre el andaluz y el catalán, como entre el canario y el valenciano. Si usted me pregunta si el Estatuto Andaluz es homologable al catalán en cuanto a competencias, le diré que en efecto, porque así lo han querido los andaluces, en el marco de la Constitución. Lo que no voy a hacer es caer en la catalanofobia absurda e injusta en que a menudo deriva el PP, presa de sus demonios familiares. En todo caso, tendrá que ser el PP el que responda por qué ha respaldado en Andalucía aspectos sobre los que ha hecho casus belli en Cataluña. Es su contradicción, no la mía.
¿Qué frutos espera de puntos comunes como el espacio fiscal?Los andaluces saben gestionar bien y eso incluye una utilización eficaz y transparente de los fondos públicos. La UE pone de referencia a Andalucía como comunidad que ha sabido aprovechar los fondos comunitarios. Sólo así se explica que, por tercer año consecutivo, Andalucía haya superado el 75% de la media europea. Eso quiere decir que Andalucía ya no es una región pobre a criterio de la UE, aunque añadiré que hasta 2013 hemos logrado mantener un volumen considerable de fondos pese a haber superado la barrera. Y sobre el espacio fiscal propio, puedo asegurarle que, en absoluta coordinación con la Agencia Estatal, estamos en condiciones de garantizar una mayor eficacia en la responsabilidad de nuestros ingresos.
¿Cree que la reforma andaluza puede ser una referencia nacional?Lo que sí sé es que la reforma andaluza, gracias al acuerdo entre PSOE y PP, ha tenido un efecto balsámico sobre el siempre complejo debate territorial y sí, creo que está siendo un referente para otras reformas en marcha en distintas comunidades autónomas españolas. A partir del acuerdo en el Estatuto andaluz, creo que ya no podremos oír al señor Rajoy decir que las reformas estatutarias rompen España.