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CincoSentidos

Una pasarela con toque británico

Tejidos como la lana y el 'tweed', cuadros y tonos tierra y berenjena inundaron ayer Cibeles

Comenzó la mañana Elio Berhanyer, con puras lanas inglesas en tonos azules y colores tierra con estampados de cuadros y flores. Siguió Devota & Lomba, con cuadros escoceses blancos y negros como estampado dominante, casi único, en una colección en la que las estructuras de los trajes reorganizaron las proporciones del cuerpo y el volumen creció. Y remató Javier Larraínzar, que presentó una colección a modo de paseo por la campiña británica, en colores ocre y berenjena y salpicado de tweed, cachemir y lana.

La segunda jornada de Pasarela Cibeles se tiñó ayer de un toque británico indiscutible, que se reflejó en tejidos, estampados e incluso en la música. Fue el caso del desfile de Javier Larraínzar, que se inició al ritmo del London calling de The Clash y mostró a una mujer elegante que se abriga para el invierno en tonalidades marrones que se combinan con verdes o morados. Larraínzar demostró que la elegancia no está reñida con la vida campestre, ya que los modelos que desfilaron respondían a un estilo ecuestre y rural, aunque combinado con detalles urbanos, como las cazadoras de cuero o los tonos dorados.

La elegancia y la sobriedad marcaron de nuevo la línea del desfile de Elio Berhanyer. No faltaron los clásicos trajes de chaqueta realizados en lana inglesa en tonos azules y colores tierra, una línea sport que ensalza la feminidad de una mujer actual y moderna. Para la noche, Berhanyer preparó una colección inspirada en las grandes obras de los pintores clásicos españoles con una línea tradicional, recta y ligeramente entallada. El negro fue el color rey de este apartado del desfile, en el que también fue protagonista el terciopelo junto a flores rojas que aportaron un toque de elegancia a los vestidos de cuerpos breves y faldas amplias, además de otros detalles, como encajes bordados, brillos o plumas.

La colección diseñada por Modesto Lomba para Devota & Lomba se presentó dirigida a una mujer que viste de forma muy juvenil, con texturas vaporosas y faldas muy cortas y de mucho volumen, en contraste con los pantalones pitillo muy ajustados.

Con respecto a las texturas, los mates, aterciopelados, secos y satinados predominaron en las sedas, fieltros y napas que se pudieron contemplar sobre la pasarela.

El dúo Ailanto presentó una colección que de nuevo se inspira en la naturaleza para mostrar a una mujer bohemia e intelectual que viste con los colores propios del paisaje otoñal. Los desfiles de Roberto Torreta y Juan Duyos cerraron la jornada con sus creaciones.

Pocos hombres

Se ven pocos hombres en Cibeles. Ya se trate de la pasarela o del backstage, la presencia masculina en el gran escaparate de la moda española es abrumadoramente menor que la femenina. Tanto es así que ni siquiera se ha hecho público si los modelos que desfilan en el certamen superan un peso mínimo corporal saludable, al contrario de lo que ocurre con sus compañeras de profesión, rigurosamente examinadas, pesadas y clasificadas como aptas o no aptas en función de sus medidas. En la jornada de ayer Devota & Lomba fue la firma que más modelos masculinos llevó a la pasarela, al reinventar el esmoquin y el traje para el hombre con diseños más modernos y urbanos que también se atreven con las faldas. Eso sí (afortunadamente), bajo la rodilla.

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