El 'botellón' del fin de semana daña el cerebro de los jóvenes
Las últimas investigaciones científicas sobre los efectos que el alcohol provoca en la salud resultan concluyentes: los atracones de fin de semana, tan habituales entre los jóvenes españoles, son letales para el desarrollo neurológico. Los médicos son taxativos: antes de los 18 años es muy peligroso beber alcohol por los graves daños que provoca en la memoria y el aprendizaje de un cerebro aún inmaduro. Frente a la conclusión de los científicos, cifras escalofriantes: 750.000 escolares se emborrachan al menos una vez al mes en nuestro país. Son datos de la última Encuesta Escolar 2004, que ayer se encargó de recordar la ministra de Sanidad, Elena Salgado, en la presentación de un estudio multidisciplinar sobre los efectos del alcohol en la salud, en plena polémica sobre la ley antialcohol.
La ministra insistió en que esta ley es una 'medida sanitaria' dirigida a frenar el consumo en menores, se fundamenta en estas evidencias científicas e informes médicos y no tiene por qué ser incompatible con un consumo moderado ni con la industria del vino. Además, reconoció que 'sólo saldrá adelante si es fruto del consenso', tal y como había manifestado un día antes José Luis Rodríguez Zapatero.
El documento, elaborado por la Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, analiza el consumo tanto en España como en Europa, sus efectos en el organismo, la influencia de la publicidad y los mecanismos neurobiológicos que provocan la adicción. Cuantifica en casi 4.000 millones los gastos derivados de un mal uso.
Según la OMS, el alcohol es el tercer factor de riesgo para la salud de los ciudadanos en los países desarrollados, a corta distancia del tabaco y la hipertensión arterial, y su consumo está relacionado con el desarrollo de más de 60 enfermedades, entre ellas el cáncer. Se estima que en el año 2000 causó 1,8 millones de muertes, lo que equivale al 3,2% de los fallecimientos registrados en el mundo.
En España, el uso de esta droga, como la calificó la doctora Marta Torrens, que compareció junto a la ministra en la presentación del informe, sigue creciendo entre los más jóvenes, y el porcentaje de consumo de alcohol en el último mes se ha incrementado 10 puntos, pasando del 55% en 2002 al 64% en 2004. Además, la edad de comienzo es cada vez más temprana, situándose ya en los 13,7 años. El consumo también está aumentando entre las chicas y se aprecia una fuerte tendencia a consumir alcohol junto a tabaco y otras drogas.
El problema es que en los últimos años han aumentado los estímulos para beber y también su disponibilidad. Por ejemplo, el 93,8% de los estudiantes de entre 14 y 18 años manifiesta que les resulta fácil o muy fácil conseguir bebidas alcohólicas. Además, ha variado no sólo la cantidad consumida sino también el tipo de bebidas.
En la actualidad, se abusa de los combinados, incluidos los de vino con cola (58,4%), en segundo lugar se sitúa la cerveza (34,1%) y a continuación, con frecuencias de entre el 26% y el 28%, los licores fuertes, el vino y los licores de frutas. 'El riesgo no es el tipo de alcohol, sea vino, cervezas o destilados, sino la cantidad en que se toma', señaló Elena Salgado.