El primer año de 'Helicóptero Ben'
Bernanke no tenía muy buena fama en los mercados antes de ser presidente de la Reserva Federal. Se le consideraba más blando con la inflación de lo previsto, y los intermediarios con más retranca le denominaban Helicopter Ben, es decir, Helicóptero Ben, en alusión a intervención suya entre 2002 y 2003. Por aquel entonces, cuando la Bolsa tocaba suelo por miedo a la deflación, Bernanke comentó que la Reserva Federal podría combatirla tirando billetes desde un helicóptero.
Por esta y otras declaraciones, el mercado tendió a pensar, sobre todo al principio de su mandato al frente de la Reserva Federal, que el final del ciclo de subidas de tipos de interés estaba más cerca de lo que realmente estaba. Sin embargo, no era así. Probablemente a la fama de Ben se sumaba la dificultad de interpretar las palabras del nuevo presidente de la Reserva Federal después de demasiados años escuchando a Greenspan. A eso se sumó el patinazo cuando sugirió el parón del alza de tipos y luego una periodista reveló que Bernanke se creía malinterpretado.
Se zafó de las críticas con una subida de tipos no del todo esperada. Eliminó de esta guisa las especulaciones sobre su reputación de paloma -banquero central demasiado tolerante con las subidas de precios- y, una vez que el mercado se había puesto firme ante el nuevo Ben, dio las señales necesarias sobre la pausa -que no fin- de las subidas de tipos. Y lo hizo justo en el momento apropiado: a partir de entonces, las señales inflacionistas se batieron en retirada.
Poco a poco, el mercado se ha familiarizado más con la forma de llevar la Fed y de comunicar las decisiones. Un estilo alejado del personalismo y de los regates de Greenspan. Más transparente, pero en ocasiones el doblez y la retórica traslúcida del predecesor de Bernanke podía ser conveniente.
Como señala Lehman, 'algunos portavoces de la Fed han dejado claro que están confundidos porque el mercado de bonos da poco recorrido a las subidas de tipos. Estos discursos no han servido para ajustar las expectativas de este mercado. Bajo el viejo sistema, esto habría llamado la atención de todos los operadores. Ahora nos preguntamos hasta qué punto el mercado de deuda estaría preparado si la Reserva Federal se ve forzada a subir los tipos'.