Vivo alcanza beneficios por el impacto fiscal de su reorganización

No se han conseguido gracias a la mejora operativa ni a la captación de clientes, pero son beneficios al fin y al cabo y marcan todo un cambio de tendencia para una compañía que lleva años marcada por un gran esfuerzo inversor y por una intensa competencia. Vivo, la filial de Telefónica y Portugal Telecom en el móvil brasileño, ha cerrado 2006 con ganancias por primera vez desde 2000, cuando su estructura distaba mucho de ser el gigante que es hoy.

El beneficio, con todo, es limitado. Son 16,3 millones de reales que, convertidos a la moneda europea, hacen 5,99 millones de euros, pero contrastan con pérdidas de 303 millones de euros en 2005. La clave de este cambio está en la reorganización realizada el año pasado, que ha convertido un grupo con numerosas operadoras en una sociedad que las agrupa todas y que depende del holding controlado al 50% por Telefónica y Portugal Telecom. Esta remodelación ha provocado un efecto fiscal positivo de 370 millones de euros en el cuarto trimestre, lo que ha disparado el beneficio de este periodo y de todo el ejercicio.

Por el lado operativo, la imagen no es tan positiva. Vivo captó 328.000 clientes en los últimos tres meses de 2006, pero el saneamiento en su cartera de usuarios ha dado lugar a una caída en el año. Tampoco las ventas han tenido su mejor ejercicio, con una bajada del 1,9%.