Un ex jugador de baloncesto que se ha hecho rico con futuros
Ex profesional del baloncesto, se ha hecho rico 'en tiempo y dinero' invirtiendo en futuros. Explica su sistema en cursos y sus ideas financieras en un libro
Trabaja tres horas al día, pero no lo necesita. Aitor Zárate (Vitoria, 1966), ex jugador profesional de baloncesto, ha conseguido la independencia financiera en 12 años invirtiendo en los futuros del índice Mini S&P 500. Apasionado y locuaz, opina que cualquiera puede conseguirlo si tiene 'la preparación psicológica y los conocimientos' necesarios.
Ya va por la quinta edición de su libro Cambio de vida. Cómo me hice rico (Esic Editorial, 2006), en el que critica ideas sobre inversión muy extendidas, y explica las suyas y su filosofía de vida, aunque no su sistema de inversión, que se reserva para otro libro, y para los cursos que imparte su empresa, FH Inversiones, por toda España.
¿Qué hay que saber para ganar invirtiendo en futuros?
Cuanto menos conocimientos previos tengas mejor. Con saber sumar y restar, y tener sentido común, puede hacerlo cualquiera. El 20% es saber manejarse con el programa informático. Otro 20% es la gestión monetaria: saber cuánto capital tengo que poner cada vez en juego para no quedarme sin nada. Y el 60% es la parte mental. Eso es algo que se aprende: a dominar el ego, la vanidad, el miedo, la autoestima Si no hubiese dinero por medio, sería el juego más alucinante que hay. Como estás tú solo con la maquinita, no puedes engañar a nadie, más que a ti mismo.
¿Cuánto dinero hace falta?
Para empezar, 6.000 dólares; un contrato de futuros son 2.000, pero necesitas un margen. Para ganar 3.000 o 4.000 al mes necesitas entre 12.000 y 18.000. Pero lo fundamental es estar preparado; si eres capaz, los 18.000 los consigues, ya te los prestarán si hace falta.
¿Cuánto tiempo hay que dedicar diariamente a invertir?
Dos o tres horas, no más. Tengo dos objetivos de ganancias y de pérdidas diarios. Si consigo alguno de los dos en media hora, lo dejo. Esto es muy difícil de hacer. Cuando eres novato, te pones ahí siete horas seguidas. Eso es una tontería, porque la mente tiene una reserva.
¿Y el resto del tiempo no piensa en ello?
No leo ni oigo noticias sobre el mercado. Hay casos, como el atentado del 7-J, o cuando habla la Fed, que no trabajo. Esos días la gente se vuelve loca.
¿Se puede compaginar con otro trabajo?
r. Complicado. Cuando eres capaz de ganar 3.000 al mes trabajando tres horas diarias, salvo que te guste mucho, te planteas dejarlo. La idea es ser rico en tiempo y dinero. Si 6.000 euros te valen, no necesitas 20.000.
¿Cuánto se tarda en aprender?
r. Yo tardé dos años, aprendí a base de tortas. Fui a las bravas, desoyendo todo lo que decía la gente En los cursos, que duran tres días, los alumnos practican en tiempo real; y les tutorizamos durante dos meses. Pero luego tienen que seguir por su cuenta. Con seis u ocho meses de preparación, la mayoría de los 20 que han llegado al final de su proceso formativo lo hacen bastante mejor que yo.
¿Cuál es el truco?
El 90% de los novatos pierden el 100% del capital en seis meses o menos. ¿Por qué? Porque todo el mundo hace lo mismo, salvo los profesionales. Por tanto, hay que hacer lo contrario. Los que hayan hecho acciones, que se olviden, porque si no son perdedores seguro.
¿Influye la suerte?
Tiene una lógica antihumana, pero no es suerte. Lo primero que hay que aprender es a perder, no en esto sino en todo en la vida. Un inversor que pierda un 40% de las veces puede ser millonario. ¿Está usted preparado para perder tan a menudo?
¿Qué responde a quienes dicen que los futuros tienen mucho riesgo?
Cuando me encuentro con alguien del mundo financiero, le pregunto si opera. Y si dice que no, no me interesa lo que diga, porque no tiene experiencia.
¿Cómo nació su pasión?
Desde los 15 años leía de Bolsa, a André Kostolany, a Warren Buffett. Luego me llevaba prensa económica a los entrenamientos y me miraban raro. Monté dos empresas de representación y asesoría financiera para deportistas, y empecé a operar en Bolsa. Cuando conocí los futuros pensé: 'Esto me va a cambiar la vida'.
¿Siempre quiso ser rico?
Al principio quería tener dinero, pero ahora pienso que si mi coche va bien, no necesito comprarme otro. Soy un fan terrible de Bruce Springsteen, y si quiero me voy a Dublín o a donde quiera a verle, pero no hago mucho más.
Un inversor a contracorriente
'El riesgo está en el inversor, no en la inversión'. Es uno de los lemas de Aitor Zárate, que en su libro discute conceptos como que los futuros tienen mucho riesgo o que la multipropiedad es una inversión incierta.'Los medios y las entidades financieras quieren hacer creer que los futuros son para las grandes fortunas y para gente que entienda mucho. Yo creo que es porque todavía tienen muchas comisiones que extraer de las acciones y de los fondos', sugiere. Las virtudes de los futuros son, a su juicio 'la capacidad de apalancamiento; que puedes poner stops cuando quieras; y que las comisiones son bajísimas'. Eso sí, Zárate no invierte en los futuros del Ibex porque es un índice 'con poco volumen y muchos agujeros'.El inversor no ve con malos ojos las acciones, aunque prefiere con mucho los futuros, con los que 'es mucho más sencillo ganar aunque el mercado pierda', gracias a su sistema de compras y ventas.Otra de sus inversiones favoritas, la multipropiedad, tiene mala fama. 'Primero hay que informarse, comprar en cadenas solventes, como Marriott, Hilton, Sheraton... Hay que escoger la más barata del mundo, aunque no vayas nunca. La gracia es poder ir a cualquiera de las otras a las que tienes derecho'. Zárate no entiende la tradición de comprar una segunda vivienda. 'La tienen todo el año cerrado, van una semana o un mes, y siempre al mismo sitio. ¡El mundo es muy grande!'También es escéptico con las ventajas de invertir en vivienda; aunque no le parece una mala opción, piensa que está sobrevalorada. 'Puedes endeudarte pero si es para alquilar', señala, al tiempo que lamenta el número de pisos vacíos. 'Hace tiempo que vivo de alquiler', añade. En el libro da una regla orientativa: si la renta está por debajo del 4% del precio del piso, mejor alquilar a comprar.