Sabiduría oriental contra el estrés
Depresión, ansiedad, estrés e insomnio. Todos esos problemas, que constituyen una pandemia progresiva en las sociedades occidentales, pueden mitigarse con ancestrales técnicas orientales, que no son propias en exclusiva de maestros zen. Son terapias que pueden sonar a conocidas, a reiteradas, pero que no están presentes en las vidas de muchas personas que podrían beneficiarse de ellas. Sin embargo, el interés va en aumento, como se pone de manifiesto en el número creciente de centros que imparten esas disciplinas en diversas ciudades españolas.
¿Pero cuáles son las metas primeras del yoga, del taichi o de otras técnicas similares? Para Francesca Zúñiga, de City Yoga, de Madrid, los objetivos son variados pero podrían resumirse en tres o cuatro aspectos: la relajación, el equilibrio y la conexión entre el cuerpo y la mente. Después, aunque esa finalidad ni es obligatoria ni se la plantean todas las personas que practican yoga, está la espiritualidad. Aunque la conclusión a la que generalmente se llega es que 'la vida no es tan difícil como a veces nos la planteamos', afirma.
En general, las personas que acuden a estos centros van con una idea general de lo que quieren, pero no saben cuál es el mejor camino para lograr sus propósitos. 'Hay varios tipos de yoga, unos más dinámicos enfocados a subir los latidos del corazón y a usar más la respiración, pero que no son los más idóneos para las personas que están muy poco musculadas o en fase de recuperación de una enfermedad', afirma Francesca Zúñiga.
Mientras, otros ejercicios de yoga se centran más en lograr los mismos objetivos, pero con ejercicios de posiciones. 'Pero todas las técnicas sirven para mejora el conocimiento del cuerpo', añade.
En esta línea, Gordana Vranjes, del centro Yoga Dinámico Mandiram en Barcelona, señala que lo importante es preguntar qué es lo que buscan con el yoga y, a partir de ahí, decidir. ¿Cuáles son las mejores técnicas?, se pregunta. Su conclusión es que los objetivos finales son siempre los mismos, aunque los caminos sean diferentes.
Gordana Vranjes considera, como otros expertos en la materia, que al lograr un mayor equilibrio entre el cuerpo y la mente se pueden combatir dolencias y problemas psicológicos. 'En definitiva, si una persona es constante con los ejercicios, sólo puede mejorar', añade.
Que una de las claves es la constancia es un aspecto que Francesca Zúñiga igualmente destaca. Otro tema es la buena predisposición: creer que esas técnicas pueden mejorar la vida, si se es perseverante. Porque milagros no se prometen.
'El camino es muy largo', destaca Gordana Vranjes. Y Francesca Zúñiga indica que, al principio, es necesario realizar los ejercicios al menos dos días por semana. En su centro, para los principiantes, existen cursos de tres meses, que cuentan en total con unas 25 o 26 clases. Pero eso sólo es el principio, aunque ya en esa fase se consiguen resultados muy significativos.
Y van desde la reducción de los dolores musculares, de la ansiedad, del insomnio a un mayor control de la mente', indica la directora de City Yoga. En definitiva menos estrés y menos trastornos depresivos. E incluso una mayor capacidad creativa', añade.
Además de las diferentes clases de yoga, existen otras disciplinas que persiguen las mismas metas. Entre ellas, el taichi. Pero también la gimnasia Pilates, de forma más específica, se basa en técnicas paralelas a estos conocimientos orientales.