Los Campos Elíseos, en busca de una nueva identidad
El mítico paseo de los Campos Elíseos ya no es 'ni excepcional ni todavía banal', según las inquietudes del alcalde del distrito VIII de París, al que pertenece esta arteria parisiense. La avenida más conocida de Francia y con seguridad una de las más célebres del mundo, por la que cada día pasean entre 300.000 y 500.000 turistas, está cambiando de piel, y sus observadores temen que la metamorfosis se cobre su legendario glamour y se convierta en un gran centro comercial.
Vista desde uno de sus extremos, la estrella que guarda el soberbio Arco de Triunfo, el visitante tiene la impresión de pasear por la avenida Montaigne, situada unas calles más abajo, uno de los selectos escaparates del lujo occidental.
Los pasos van topándose con referencias como Cartier, Mont Blanc o el templo que recientemente ha creado Louis Vuitton, un gigante de cinco plantas en el cruce con la avenida George V. Todas las marcas quieren figurar en el escaparate más cotizado de la ciudad. A esta altura dominan los paseantes japoneses, ávidos consumidores del lujo parisiense.
Nuevas tiendas
No obstante, no todos los turistas que pasean por él tienen los medios de ser sus clientes. Por eso desde hace algunos años la avenida se está abriendo a un público más amplio, a potenciales consumidores de marcas más populares. En 1988 MacDonald's hizo su aparición en la mítica avenida.
Después de cinco minutos de paseo, el turista empieza a encontrar otro tipo de enseñas como Nike, Zara, Celio, Gap o Adidas, que en octubre de 2005 abrió en los Campos Elíseos su tienda más grande del mundo. En total, el 39% de las 332 tiendas instaladas en la avenida están dedicadas al sector textil, y la carrera comercial por estar en los Campos está inflando los alquileres de tal forma que ciertos cines e incluso grandes enseñas se ven obligados a marcharse y dejar su hueco para las grandes franquicias.
El histórico cine UGC Triomphe, que cuenta con cuatro salas y vende 260.000 entradas anuales, será uno de los que se vayan, debido a un alquiler exigido próximo a su cifra de negocio.
Y los cines suponen una de las actividades que animan cualquier avenida, entregando después los cinéfilos a los negocios de restauración. Sin embargo, de los 13 cines presentes en los Campos Elíseos en 1985, sólo quedan siete. Uno de los casos más simbólicos es el del cine independiente Le Balzac, que ofrece películas de arte y ensayo en una armoniosa perpendicular a la gran avenida. El precio del alquiler para este cine se eleva a 160.000 euros mensuales, el 16% de sus ingresos, quince veces más que en 1973, según cálculos que recoge la prensa gala.
El elevado nivel de grandes marcas textiles en la avenida llevó a la Administración francesa a rechazar la llegada de la sueca H&M en diciembre de 2006, en defensa del principio de diversidad comercial. No obstante, la marca podría apelar la decisión, como ya hiciera Adidas, que al final pudo abrir en los Campos Elíseos.
Esta marca de ropa deportiva, instalada en un elegante edificio de estilo hausmaniano, marca el límite comercial de la avenida, coincidiendo físicamente con la magnífica plaza de Rond-Point, cuyo teatro homónimo abre un amplio paseo, hasta la Plaza de la Concordia.