Gobierno y comunidades ensayan en China el primer plan comercial conjunto
El sector agroalimentario y el vinícola protagonizarán el primer plan de promoción de productos españoles elaborado conjuntamente por el Gobierno y las comunidades autónomas. Sus organismos específicos de promoción exterior, junto con la patronal alimentaria FIAB, dedicarán tres millones de euros en tres años a mejorar la presencia de ese sector en China.
La mayor potencia económica emergente del mundo, China, será el destino del primer plan de promoción exterior entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Un acontecimiento notable, cristalizando por fin un proyecto de unidad de acción que no había fructificado desde que la transición democrática instaurase el modelo autonómico hace ya tres decenios.
El Instituto Español de Comercio Exterior (Icex), el Ministerio de Agricultura, la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), y los organismos de promoción exterior de 16 comunidades autónomas (todas, salvo Castilla y León) han acordado en Santiago de Compostela dedicar un millón de euros anuales durante los próximos tres años a fomentar la presencia de empresas de los sectores agroalimentario y vinícola en China, un mercado en el que la presencia española sigue siendo muy inferior a la correspondiente al tamaño de su economía. El Icex se hará cargo del 50% de la financiación, quedando el resto repartido entre los demás firmantes.
El acuerdo supone el primer resultado palpable del Consejo Interterritorial para la Internacionalización. Este organismo, creado en mayo del año pasado, tenía precisamente por objetivo aunar fuerzas y evitar las duplicidades en una promoción internacional a la que no le conviene, precisamente, dilapidar recursos. La reunión de Santiago, segunda celebrada por el Consejo, aprobó además el reglamento de su actuación del mismo y determinó un sistema de sedes rotatorias semestrales, que en 2007 corresponderán a Galicia y Andalucía. La secretaría, de carácter permanente, queda a cargo del Icex. Fuentes de este organismo explicaron que todos los participantes suscribieron la necesidad de entrar en China 'bajo el paraguas de la imagen de España, que genera valor por sí misma'. Los tres hitos principales durante 2007 se traducirán en la presencia en la feria de SIAL, en Pekín, este verano, y en otras dos de Food & Hotel, una en la propia capital y otra en Shanghai, en noviembre. El Consejo aprovechará esta última para promocionar la gastronomía española con la presencia de los principales chefs del país, en una experiencia que ya fue ensayada con éxito en Estados Unidos.
El Ejecutivo busca un sistema flexible para que participen las regiones interesadas en cada sector
El Gobierno pretende que los planes futuros de promoción se basen en este sistema conjunto con las comunidades autónomas. El proyecto recién aprobado cuenta con financiación de casi todas las comunidades, al corresponder a un sector en el que todas tienen intereses. Sin embargo, fuentes del Icex afirman que en el futuro se buscarán modelos flexibles de colaboración, en los que las comunidades puedan entrar o salir según sus prioridades sectoriales.
La iniciativa se integrará en el marco del Plan Integral de Desarrollo de Mercados dedicado a China. Los próximos pasos del Consejo Interterritorial de Internacionalización irán encaminados a promocionar el mismo sector agroalimentario en otros países, para pasar después a otras ramas productivas. Entre tanto, se mantienen las iniciativas ya existentes, centradas en los programas Aprendiendo a Exportar (de incentivo a la primera exportación) y PIPE (de ayuda una vez que la empresa ya se ha lanzado al mercado internacional).
Casi 400 empresas españolas en el gigante asiático
El irresistible aumento de protagonismo de China en el panorama económico mundial -recientemente ha sobrepasado al Reino Unido como cuarta potencia en términos de Producto Interior Bruto- aún no ha sido aprovechado por las empresas españolas. En un mercado con 1.300 millones de habitantes y una clase media en aumento después de tres décadas creciendo cerca del 10% anual, las empresas españolas apenas superan los 1.000 millones de euros en ventas anuales.Y ello, después de unas mejoras significativas en los últimos ejercicios, que han llevado a que, al menos en número, la presencia española en China deje de ser desdeñable, aunque aún quede a años luz de las de las principales potencias. La Oficina Comercial Española en Pekín estima que el número de empresas allí presentes roza las 400, centradas en sociedades de servicios y oficinas de representación comercial. Sólo un 40% del total (es decir, unas 150), realizan actividades directamente productivas. Geográficamente, las empresas españolas se sitúan casi exclusivamente en Pekín, Shanghai y Cantón.En los diez primeros meses del año pasado, las exportaciones españolas a China ascendieron a 1.331 millones de euros, mientras que las importaciones 11.534. La tasa de cobertura (cociente entre exportaciones e importaciones) con el gigante asiático se reduce así al 11,5%, cuando el mismo cociente, referido al conjunto del mundo, alcanza el 65%. En el ámbito agroalimentario, en el que se centra el acuerdo del Gobierno y las comunidades, la situación es igualmente sangrante, con importaciones de 326 millones y exportaciones de sólo 55 entre enero y octubre de 2006.