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Carlos Mas

'Mi objetivo es que PwC sea percibida como líder en España'

Acaba de tomar las riendas de la firma de servicios profesionales y asegura que el punto fuerte de PwC en España es el equilibrio entre auditoría, consultoría y servicios fiscales y legales. Afirma también que luchará para hacerse con la auditoría de algunas empresas del Ibex que aún no auditan

Carlos Mas ha llegado a la presidencia de PricewaterhouseCoopers (PwC) a los 45 años, un hecho que él valora como una clara apuesta de la firma por rejuvenecerse. Mas es valenciano, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Valencia, máster en Administración y Dirección de Empresas por Icade y PDD por el IESE. También es miembro del Instituto de Censores Jurados de Cuentas. Pero además de auditor, Carlos Mas es consultor. Precisamente hasta antes de su nombramiento como presidente era el socio responsable de la división de consultoría de negocio de la firma. Mas ha sustituido en el cargo a José Luis Madariaga, que se hizo cargo de la compañía en 2004 y que ha renunciado voluntariamente por motivos de salud.

¿Cómo planea que sea PricewaterhouseCoopers en el futuro? ¿Qué sello va a tratar de imprimir a la firma como presidente?

Ya íbamos en la decisión correcta. Mi predecesor estableció un modelo muy participativo de la comisión ejecutiva, en la que yo estaba, por lo que soy plenamente copartícipe de la estrategia. Así que hay una parte de continuidad, que tiene que ver con la orientación hacia los clientes y la apuesta por las personas para conseguir la atracción y retención del talento y eso tiene su continuidad, pero yo quiero aportar un plus de ambición.

No me resigno a que no seamos percibidos como líder en este país. Eso me lleva a intentar imponer un estilo de dirección de liderazgo concentrado en la capacidad de demostrar entusiasmo. Al final lo que hay que ver es cómo las personas que dirigen nuestros negocios son capaces de ser transformadores y de dar al cliente lo que éste pide. Ahí es donde veo yo la lucha competitiva. No tanto en el precio, sino en esa capacidad de satisfacer las demandas del cliente, nuestro principal objetivo. Creo que conseguir separarnos un poco de nuestro grupo estratégico de competidores es una ambición razonable.

¿Cómo piensa conseguir esa diferenciación de la competencia?

Como hay pocos jugadores en el mercado hay muchos servicios en los que los clientes, si no te conocen, pueden tender a pensar que todos somos iguales y lo hacemos igual. Pero eso no es verdad. Lo que creo es que hay que empezar a diferenciarse en cómo te relacionas con el cliente y cómo le das capacidad de respuesta inmediata, local y global. Tienen que verte trabajar y unas veces te ven en una valoración en una transacción y otras veces, en otros asuntos.

¿Qué diferencia entonces a PricewaterhouseCoopers del resto de las firmas de servicios profesionales?

La multidisciplinariedad. Somos la firma más equilibrada en cuanto a los servicios que ofrecemos. Si se nos analiza, se verá que somos la firma más equilibrada en cuanto a multidisciplinariedad. Somos fuertes en consultoría y en fiscal y legal. Y si nos gana Deloitte en España es porque en auditoría tiene las cuentas que tiene. Nosotros hemos decidido claramente ser una firma equilibrada en todas las áreas. En comparación con Ernst & Young o con KPMG, estamos por encima en todo. Con Deloitte estamos muy claramente por encima en cuanto a lo fiscal y legal y estamos en un nivel razonable en servicios de consultoría. Todo eso nos lleva a decir que somos más equilibrados con una estrategia bastante clara orientada hacia la especialización sectorial y la multidisciplinariedad.

Y un campo donde habrá que jugar fuerte en el futuro será en esa capacidad de movilizarse para ayudar a un clientes a nivel global, que puedas movilizar a toda la red internacional.

¿El objetivo es también quitarle clientes a la competencia?

Siendo la firma con mejor reputación del mercado, ¿qué nos falta para que se nos perciba claramente como líder en España? Pues posiblemente conseguir en auditoría algunos de esos clientes que tiene algún competidor nuestro. Para eso lo primero es reducir el azar, pero no la importancia del precio.

¿Siguen estando los honorarios que cobran muy ajustados?

En todas las especialidades estamos a la mitad de la media europea. ¡A la mitad de la media! En consultoría se es tremendamente competitivo. Siempre hay un nuevo competidor que mete mucha presión en los precios. Y en auditoría, los honorarios deberían subir más en la medida en que haya otros grupos de interés más exigentes con la información financiera.

'El ICAC debería proteger más a la profesión'

El nuevo presidente de PricewaterhouseCoopers en España cree que el regulador de la profesión, el ICAC (Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas) debería asumir un papel menos sancionador y más protector. 'Nos gustaría contar con un entorno más colaborativo y menos sancionador, porque con el actual régimen que está vigente en España una multa puede producir una tensión financiera muy importante', señala Mas, quien como la mayor parte de sus colegas aboga por la limitación de la responsabilidad de los auditores al daño causado.Carlos Mas confía en el crecimiento de la firma que preside en todas las áreas. En auditoría dice estar convencido de que las grandes empresas van a entrar en procesos de 'repropuesta' y muchas de ellas convocarán concursos, 'aunque siempre tiene las de ganar el auditor que ya tiene la cuenta. Si no lo ha hecho mal puede tener ventaja sobre los otros', reconoce. Pero la lucha llega a todas las áreas del negocio. Ayer mismo la rama legal de la firma, Landwell-PwC anunció la incorporación de todo un equipo del área de derecho administrativo procedente de Deloitte. Se trata del director de ese área y de cinco de sus colaboradores, que a partir de ahora trabajarán en el despacho de PwC en Barcelona, que actualmente dirige el magistrado de lo contencioso administrativo, Joaquín Vives de la Cortada. En las últimas semanas también han fichado al despacho liderado por Javier Sans Roig y a Teresa Ramos, juez del juzgado mercantil número 5 de Barcelona.

'Hemos dado pasos para ser menos opacos'

Carlos Mas reconoce que a pesar de que las firmas como la suya asesoran a otras empresas sobre transparencia y auditan sus cuentas, ellos son algo más opacos 'Pero se han dado muchos pasos para ser más transparentes', explica.Después de lo que ocurrió con Andersen, ¿no les ha quedado la sensación de que no es bueno que los encargados de velar por las auditorías de las empresas no brillen por su transparencia?En PwC publicamos una memoria desde hace años y otras firmas también han empezado a hacerlo. Pero eso puede estar frenado por la diferente regulación que hay en los países. Me refiero a los temas de limitación de responsabilidad. Nuestras agrupaciones y el cómo nos organizamos responden a cómo está en estos momentos el tema de la responsabilidad. Si la legislación fuese más razonable podría ser de otra forma. La responsabilidad ilimitada es un problema porque nuestras firmas siempre se han percibido como un panal de rica miel cuando hay un problema. ¿En qué no somos transparentes? Pues a lo mejor en algunos aspectos de las cuentas de resultados. Pero en realidad no tiene importancia, porque los accionistas somos nosotros.¿Es sostenible un mercado con sólo cuatro grandes firmas auditoras?Yo creo que sí. De todos modos a nivel internacional hay unos segundos jugadores, aunque están lejos, porque conseguir una firma como esta no se hace de la noche a la mañana. Hay unas barreras de entrada clarísimas y cuanto más global es el mundo, peor. Pero el que seamos cuatro grandes no creo que tenga impacto en el consumidor, ni en precio ni en servicio, porque somos tremendamente competitivos en todo el mundo y queremos estar todos en primera línea.¿Les preocupa el riesgo de reputación? ¿Rechazan muchas auditorías por esa razón?Sí, permanentemente. Siempre hay un análisis previo de riesgos de los clientes. Tenemos que ser relevantes pero cuidadosos en que lo hacemos lo suficientemente bien como para que no provoquemos una crisis de confianza en el mercado.

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