La UE reabre un litigio de marca entre Calvo y una empresa de EE UU
El Tribunal de primera instancia de la UE anuló ayer una decisión de la Oficina europea de marcas favorable a Calvo. La sentencia reabre el conflicto entre la conservera española y la empresa alimentaria estadounidense Calavo Growers, que en 2001 impugnó sin éxito el reconocimiento comunitario de la marca Calvo.
La conservera señaló ayer que su marca original 'sigue inscrita y en vigor' y se reservó el derecho a presentar un recurso de casación ante el mismo Tribunal.
El conflicto arrancó hace seis años, cuando la conservera coruñesa modificó ligeramente su conocido logo (registrado en 1996 y concedido en 1998) y solicitó un nuevo registro ante la OAMI (Oficina de Armonización de Marcas, Dibujos y Modelos). Calavo se opuso a ese registro aduciendo el 'riesgo de confusión' con su marca, registrada y concedida al mismo tiempo que la anterior de Calvo. La tramitación del recurso siguió una suerte alterna para las dos empresas. La OAMI primero concluyó que las dos marcas son visualmente similares y y se refieren a productos idénticos o parecidos, por lo que avaló el 'riesgo de confusión'.
Una instancia superior de la OAMI, sin embargo, rechazó en 2004, por defectos de forma, esa interpretación y condenó a Calavo a sufragar los costes del procedimiento soportados por Calvo.
La OAMI, arrepentida
Pero la alegría de esa victoria no ha durado. Los jueces comunitarios anularon ayer la resolución de la OAMI favorable al grupo de Carballo, sembrando incertidumbre sobre el registro de la marca Calvo. La propia OAMI, con sede en Alicante, no debía estar muy satisfecha de su procedimiento interno porque durante el juicio secundó la petición de Calavo para anular su decisión.