Madrid ataja el fraude en la plusvalía municipal
A partir de ahora la inscripción de un inmueble en alguno de los 42 registros de la propiedad existentes en la ciudad de Madrid está supeditada a que el vendedor del mismo haya pagado el impuesto municipal de plusvalía.
El Consistorio de la capital pretende con esta medida, que entró en vigor el día 1 de enero pero no comenzó a aplicarse hasta ayer 15, acabar con el elevado fraude que existe en este tributo, 'sobre todo por desconocimiento, no de manera intencionada', explica Rosana Navarro, directora general de Tributos de Madrid.
Y es que el impuesto de plusvalía es un tributo municipal que grava el incremento de valor que registran los terrenos urbanos con el paso del tiempo y se genera cada vez que se produce una transmisión de un bien inmueble (piso, lonja o solar, entre otros).
Sólo se logra la inscripción registral si se facilitan los datos del vendedor
Los ciudadanos suelen creer que ese incremento de valor es resultado exclusivo de una operación de compraventa, pero dicha revalorización también se produce por donación, mortis-causa o por la aportación realizada a una sociedad, entre otros casos más comunes. El sujeto pasivo del impuesto es el transmitente, excepto en los casos de donación o herencia (en la transmisión por mortis-causa), en los que es el adquirente.
Así, éste ha sido un impuesto que tradicionalmente no se pagaba porque como en las operaciones de compraventa correspondía hacerlo al vendedor y éste muchas veces lo desconocía, cuando los ayuntamientos remitían los recibos, lo hacían a los domicilios donde residían los nuevos propietarios del inmueble. Ahora, con los nuevos adelantos técnicos será muy difícil escapar al control municipal.
Desde el pasado verano, el Ayuntamiento regido por Alberto Ruiz-Gallardón mantiene un acuerdo con los notarios por el que a la hora de formalizar la compraventa o transmisión de cualquier bien inmueble, el vendedor puede obtener en la notaría el impreso para liquidar el impuesto y hacerlo otro día o incluso pagarlo allí mismo vía telemática. Para quienes aún teniendo esa facilidad omitan este trámite, nace ahora la obligatoriedad de estar al corriente de pago de la plusvalía cuando se acuda al registro de la propiedad. 'Si al inscribir la casa o terreno no se aporta el justificante de pago, sólo se autorizará su apunte cuando se adjunten todos los datos del vendedor, de modo que el ayuntamiento pueda enviarle el recibo', aclara Navarro.
El siguiente paso será hacer llegar al contribuyente la notificación que le recuerda el deber de pago y si no se produjera el reembolso, entonces actuará la inspección.
Gracias a las nuevas aplicaciones informáticas, notarios y registradores tienen acceso directo a las bases de datos del ayuntamiento. Por ello, además de agilizar gestiones para las que antes había que acudir a varios sitios diferentes, esta colaboración mutua permitirá a los responsables municipales de Hacienda conocer cada mes cuántas transmisiones se realizan y su cuantía.
De momento, los primeros ciudadanos que se acercaron ayer a una de las 42 oficinas registrales de Madrid se llevaron la sorpresa del nuevo requerimiento. 'Por ahora, si no presentan la declaración del impuesto o el impreso de liquidación tienen que rellenar a mano un impreso que es bastante prolijo, pero confiamos en que con el tiempo el trámite se simplifique algo más y los ciudadanos vengan con el trabajo ya hecho', explican desde uno de los registros.
También está previsto que la Agencia Tributaria municipal obtenga los datos a través del colegio de registradores de la capital y no de cada una de sus 42 oficinas.
El resto de municipios quiere emular a la capital
Esta experiencia que ha iniciado el Ayuntamiento de Madrid debido a la entrada en vigor de la Ley de Capitalidad quiere ser emulada por el resto de municipios, según confirman fuentes de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).La intención era que esta iniciativa se hiciera extensiva a todo el territorio nacional mediante una enmienda a la Ley de Medidas para la Prevención del Fraude Fiscal, pero el Ministerio de Economía y Hacienda ha decidido que este asunto no se aborde hasta la reforma de la financiación local que se negociará conjuntamente con la autonómica. Los ayuntamientos entienden que mediante este mecanismo se puede atajar de manera significativa el fraude existente en el impuesto de plusvalía. Tan sólo se muestran preocupados por cómo podrían llevar a la práctica los pequeños municipios un sistema como el madrileño. En opinión de la directora general de Tributos de Madrid, Rosana Navarro, 'las diputaciones, que sí cuentan con aplicaciones informáticas adecuadas y la propia FEMP podrían ser los canalizadores perfectos'.La preocupación por aumentar la recaudación de este tributo se explica porque sólo en Madrid es el segundo mayor de los impuestos municipales, sólo después del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), en cuanto al volumen de derechos reconocidos. Según los datos facilitados por la Agencia Tributaria de la capital, en 2006 se emitieron 22.023 notas informativas reclamando el pago del impuesto de plusvalías, con las que se logró recaudar entre 17 y 18 millones de euros.De ese volumen de notas informativas, el ejercicio pasado se trasladaron a la inspección un total de 9.686 expedientes de los que también se espera poder recaudar una cifra nada despreciable y, si fuese el caso, abrir los correspondientes expedientes sancionadores.