Prudencia con el pesimismo
Los expertos prevén un año más flojo en Bolsa, pero en 2006 ningún pronóstico fue certero.
Las pasadas semanas han sido época de previsiones sobre el comportamiento de los mercados financieros para este año 2007 que acabamos de comenzar. Analistas, gestores y economistas han vuelto a ejercer de ¢magos¢ y han tratado de predecir un año más quiénes serán los ganadores y perdedores del 2007.
La última encuesta que Lipper realiza entre gestores de fondos europeos y españoles todos los meses apunta, como otras, en una dirección fundamental que se resume en otro buen año para los mercados bursátiles y una renta fija que no terminará de dejar atrás sus problemas. No obstante, esta previsión viene con dosmatices importantes: los guarismos de rentabilidades de dos dígitos del pasado año 2006 sufrirían una ligera moderación y los mercados de bonos experimentarían una mejora, sustentada en la moderación o detenimiento de las subidas de tipos a ambos lados del Atlántico. Dentro de las previsiones sobre los diferentesmercados bursátiles, uno de los aspectos que más destaca es que la Bolsa española se coloca como una sobre las que más desconfianza existe.
Así, es habitual que una mayoría de analistas y gestores se decanten por aconsejar que los inversores harían mejor en dirigir sus inversiones hacia otras bolsas europeas o de la zona euro en contraposición a la española. Los fondos de inversión se erigen en una de las mejores opciones posibles para acceder de manera diversificada y eficiente al conjunto de Bolsas europeas o de la zona euro. Sin embargo, no es la primera vez que se da esta recomendación.
En el año anterior e incluso en 2005 se observó una tendencia hacia favorecer losmercados bursátiles de nuestros socios europeos sobre los nacionales.
El pasado año 2006 asistimos a un recorrido espectacular de la Bolsa española que echó por tierra todas estas previsiones. Una extraordinaria rentabilidad media del 32,63% para los fondos registrados a la venta en España, pertenecientes a la categoría de fondos Renta Variable Nacional, comparado con el 17,77% o el 17,71% de la categorías Renta variable Europa o Renta Variable Eurozona, lo dice todo. No obstante, en el anterior año 2005 los fondos de Bolsa española se quedaron por debajo de sus homónimos europeos por primera vez desde el año 2000. Concretamente, obtuvieron un nada despreciable 20,06% pero se quedaron por detrás del 22,37% de los fondos que invierten en renta variable de la zona euro.
Se cuestionó entonces si estábamos ante un posible cambio de tendencia tras cuatro años de mejores retornos de la Bolsa nacional. El fuerte diferencial a favor de la Bolsa española el pasado año ha desmontado esta teoría. En cualquier caso, lo que interesa a los inversores es si deben liquidar o reducir fuertemente sus posiciones en bolsa española este año y aumentar en su lugar sus inversiones en Bolsa europea. Desde una premisa que siempre debe prevalecer entre los inversores, que es la de poseer una cartera ampliamente diversificada, hay que señalar que decisiones de sobreponderación o infraponderación de determinados activos sobre otros pueden tener un impacto significativo sobre los retornos.
Tratando de responder a la cuestión planteada, hay que destacar que efectivamente existen unos riesgos más elevados en la economía y mercados bursátiles españoles, que además se ven aumentados por un hecho con clara base histórica y estadística de que tras fortísimas revalorizaciones, como las del último año, son más probables las correcciones.
El mercado, que tiene un importante componente psicológico, suele castigar con más fuerza a aquellos activos que han disfrutado de elevadas subidas de precios almenor atisbo de que los positivos parámetros sobre los que se sustentan puedan comenzar a tambalearse. Así, en el caso español, si se materializaran las recientes y arriesgadas previsiones del economista jefe del banco británico HSBC, de que nuestro PIB para el 2007 podría bajar hasta el 2,4% como consecuencia de un fuerte debilitamiento del mercado inmobiliario, es casi seguro que la bolsa española sufriría.
Por el contrario, si se cumplen o superan la mayoría de previsiones que apuntan a un sostenimiento de la economía en niveles claramente por encima del 3%, y muy por delante de sus socios europeos, no descarten una continuación del éxito español. Bankinter, por ejemplo, desmarcándose del consenso, se apunta a esta última tesis.