Viraje estratégico de las cajas para centrarse en mayores e inmigrantes
Las cajas redefinen su modelo de crecimiento. La ralentización de las hipotecas, unida a la progresiva reducción de sus carteras industriales, está provocando que estas entidades cifren sus esperanzas en dos colectivos con una importancia creciente: inmigrantes y personas mayores.
La población española está viviendo una revolución silenciosa. Su progresivo envejecimiento y la afluencia masiva de inmigrantes están alterando radicalmente la demografía del país, y las cajas no quieren perder comba. Su objetivo es aprovechar esta transformación para captar negocio y ya se han comenzado a lanzar productos específicos para el colectivo de extranjeros (remesas, tarjetas con condiciones especiales o seguros de repatriación) y para los usuarios de la tercera edad, como la hipoteca inversa o los seguros de renta vitalicia.
El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, ha sido el primero en llamar la atención sobre la transformación demográfica en ciernes. En la última asamblea general señaló que los mayores y los inmigrantes ¢condicionarán la actividad de las cajas al reclamar productos específicos¢. Los datos son elocuentes. La población extranjera se ha triplicado en menos de cinco años y en 2010 alcanzará los 6 millones. En cuanto a los mayores, las previsiones indican que cuando la generación del baby boomse jubile habrá 16 millones españoles con más de 65 años, frente a los 7 millones actuales.
A lo largo de 2006, las cajas han percibido el inicio del suave aterrizaje del boyante negocio hipotecario. Además, sus abultadas carteras industriales, que tantas plusvalías les reportan, pueden tener sus días contados: la nueva regulación sobre recursos propios las penaliza y el Banco de España les ha pedido que aligeren. ¢El incremento neto de clientes en el mercado financiero está siendo bajo. En este contexto, los inmigrantes, con niveles de crecimiento superiores al 20% y una bancarización inferior al 54%, suponen una nueva oportunidad para el sector¢, comenta Miguel Ángel López, consultor de Arthur D. Little. La mayoría de las cajas ha diseñado planes específicos para atraer a este colectivo. Además, muchos directivos del sector creen que las cajas están más preparadas que los bancos para atender sus necesidades financieras dado su origen fundacional: la lucha contra la exclusión financiera.
El presidente de la CECA asegura que estos dos colectivos ¢condicionarán la actividad¢ del sector
El subdirector de la CECA para servicios cooperativos, Francisco Moraleda, aventura que en unos años ¢el 70% de los inmigrantes serán clientes de las cajas¢.
El interés de las cajas por los inmigrantes no es reciente. De hecho, la mayoría forma parte de un proyecto conjunto, Bravo Envío de Dinero, puesto enmarcha hace dos años para abaratar las remesas. Lo novedoso es que, cada vez más, las cajas lanzan productos y servicios específicos para este segmento de la clientela: como tarjetas que conceden crédito instantáneo o seguros de repatriación.
El otro colectivo que atrae la atención del sector son los mayores. El progresivo envejecimiento de la población española, unido a cambios legislativos como la ley de dependencia, ha provocado que cada vez las entidades se preocupenmás por este segmento de usuarios.
Ibercaja, por ejemplo, fue la primera entidad financiera en lanzar la hipoteca inversa. Este producto, que ahora comercializan muchas bajas, permite al propietario de un inmueble recibir una renta periódica hasta su deceso, a cambio de hipotecar su vivienda.
La entidad aragonesa también ofrece a la tercera edad rentas vitalicias. æpermil;stas son seguros de vida a prima única, en los que el asegurado realiza una única aportación y recibe mensualmente y de forma vitalicia una pensión. Los bancos, sin descuidar el trato a inmigrantes y a personas mayores, han adoptado una estrategia diferente para compensar la ralentización en hipotecas: volcarse en créditos a pymes y en préstamos personales.