Detroit: una apuesta en todos los frentes
Los fabricantes despliegan una auténtica ofensiva comercial para compensar la mala racha del sector
No corren buenos tiempos para los gigantes americanos de la automoción. Ford, por ejemplo, continua saneando sus cuentas, anunciando nuevos despidos y cierres de algunas plantas e, incluso, como apuntan algunas fuentes, ultimando preparativos para desprenderse de rentables activos como Aston Martin. Algo similar sucede con General Motors, con drásticas reducciones de plantilla y clausura de diversas instalaciones. Mientras, las corporaciones asiáticas hacen su agosto, sobre todo Toyota, que anuncia su octava planta en suelo norteamericano, mientras las coreanas Hyundai y Kia aumentan ventas de forma exponencial.
Y los fabricantes europeos no van a la zaga, como se ha podido ver en el Salón de Detroit, repleto de novedades de toda índole y de numerosos ensayos que anticipan futuras tendencias. Sin ir más lejos, BMW ha aprovechado para presentar su nuevo descapotable basado en la Serie 3 Coupe y dotado, por vez primera en la marca, de techo rígido de tres piezas eléctrico. Se sirve de un amplio elenco de motores de inyección directa, de 170 a 306 CV, incluido un diésel de 231, y llegará a España esta primavera. Jaguar ha desvelado el ensayo CX-F con motor de 420 CV, una suerte de berlina cupé que anuncia los rasgos y soluciones del nuevo S-Type, a la venta en 2008. Precisamente, la firma británica busca recuperar el terreno perdido el último lustro a través de sus berlinas medias y grandes, una vez ha asumido el fracaso registrado por el benjamín de la marca, el X-Type.
Por su parte, Volvo ha mostrado el también concept-car XC 60, casi milimétrico al nuevo SUV medio que pondrá en el mercado dentro de unos meses, previsiblemente antes de que culmine el presente ejercicio. XC 60, en todos los casos con tracción total automática, estabilizador DSTC y programa antivuelco, habrá en diésel y gasolina, siempre con mecánicas sobrealimentadas. Gozará de un amplio y versátil habitáculo, previsiblemente decorado con un espíritu tan minimalista como el visto en el prototipo. Y eso que pese a su atractivo, el coche no lo tendrá fácil, pues tendrá que batirse entre otros con los BMW X3 y el nuevo Land Rover Freelander 2.
El Salón muestra novedades de toda índole que anticipan tendencias
Hablando de las firmas locales, Ford llevaba a su stand la versión americana del Focus, tanto en carrocería sedán como de tres puertas.
Luce una decoración externa e interna específica, una completa dotación de seguridad -airbag de cortina inclusive- y motor de gasolina 2.0. La firma del óvalo, una de las más activas de la muestra, ha contado también con los ensayos Interceptor Concept, una superberlina tipo cupé de 400 CV; Airstream, que anuncia la filosofía que en el futuro podría presidir el segmento de los monovolumen compactos, con dos enormes puertas tipo ala de gaviota y un sorprendente sistema multimedia con una pantalla de 360 grados; Edge, la nueva entrega de un exitoso SUV de 265 CV de avanzada tecnología, que partirá de 28.000 dólares en aquel país; y Five Hundred, reedición de una de las berlinas más vendidas en aquel país, ahora con una carrocería más amplia y robusta, dotado de mecánica de gasolina 3.0 V6, tracción trasera o total y cambio automático CVT.
Chrysler, mucho más involucrada en sus operaciones internacionales, mostraba todo un peso pesado, como es el monovolumen Voyager -en su país de origen Town&Country-, de diseño completamente nuevo, calidad netamente superior y hasta 38 innovaciones técnicas, entre ellas un nuevo cambio de seis marchas fijado sobre el puente trasero para centrar masas, mejorar dinámica y optimizar espacio. Sus asientos traseros se giran ahora 180 grados y suman una mesita escamoteable.
Chevrolet anunciaba un sorprendente prototipo llamado Volt, que se sirve de un motor eléctrico alimentado por baterías recargables a través de un pequeño motor de explosión; consumo y emisiones son mínimos. Además, su stand acogía la versión cabrio del nuevo Camaro, próximamente a la venta en Estados Unidos. En cuanto a Dodge, en pleno desembarco europeo, deslumbraba con el Viper SRT10 potenciado a 600 CV y que cubre el paso de 0 a 100 km/h en menos de cuatro segundos; Avenger R/T, variante deportiva de la berlina media que en breve llega a España; y Magnum SRT8, un supersedán de 400 CV repleto de fibra de carbono e iluminación interior de leds.
Asimismo, Cadillac desplegaba medios de la mano del nuevo CTS, rival de los Audi A6 y BMW Serie 5, con calidad y tecnología muy superiores a las de su antecesor. Se impulsa con motores de gasolina de 212, 261 y 306 CV, todos V6, a los que a medio plazo se sumará un diésel.
Mientras, Lexus, firma de lujo de Toyota, deslumbraba a propios y ajenos con el IS-F, una poderosa berlina de pequeño tamaño con motor de 400 CV y cambio automático de ocho marchas: acelera hasta 100 km/h en cinco segundos.
La propia Toyota se apuntaba otro tanto con el prototipo FT-HS, que muchos entienden como anticipo de un inminente deportivo de habitáculo 2+2. Muestra un diseño afilado y futurista, y de llegar a la producción cubriría el hueco dejado por el legendario Supra -se baraja un ajustado precio de 30.000 dólares-. El modelo aplica una sofisticada tecnología híbrida, con motores de gasolina 3.5 V6 y eléctrico, que en total dan 400 caballos de potencia, suficientes para consagrar unas prestaciones espectaculares.
Sorpresas descapotables
Entre las sorpresas de interés, el nuevo descapotable de Rolls-Royce, el Phantom Drophead Coupe. Es el primer modelo de este tipo desarrollado por el fabricante desde que BMW tomase sus riendas. Se basa en la plataforma de la berlina Phantom, aunque el recién llegado es más pequeño -mide 5,61 metros de longitud-. Goza del techo de lona eléctrico más grande del mundo y, según la marca, de la mejor rigidez entre los automóviles de su tipo. Sus dos puertas son de apertura tipo cochera, o en sentido inverso a la marcha. Además, suma cuatro plazas envueltas en un lujo difícil de igualar, con materiales nobles tratados de forma artesanal bajo la rigurosa supervisión teutona. En cuanto al motor, es el mismo que en el Phantom. Un propulsor V12 de 6,75 litros y 460 CV que llegan a las ruedas traseras a través de un cambio de seis relaciones. Nada se sabe de su precio, aunque como estimación cabe pensar en unos 480.000 euros cuando aterrice a mediados de año.