Con sabor español
Antonio García todavía no tiene idea ni de cómo ni cuándo va a celebrar el 50 aniversario de su tienda en la célebre calle londinense de Portobello. García, Comestibles y Vinos de España, el nombre de su establecimiento, se ha convertido en una especie de icono del barrio de moda de Londres, Notting Hill, hasta el punto de que a García, de 41 años, se le escapa el tiempo de pensar en el cumpleaños de la tienda, fundada por su abuelo en 1957.
'¿Cuántas horas dedico al negocio? Yo diría que todas, más o menos', dijo García a Cinco Días. 'La docena de empleados que tenemos trabajando en la tienda no descansa para atender a la cantidad de clientes que acuden a diario pidiendo chorizo y jamón serrano y, en las pasadas fiestas, turrones de Navidad. Los ingleses, muchos de ellos a través de nuestra tienda, han aprendido en los últimos años a apreciar la verdadera comida española. Hace mucho tiempo que el público británico ha superado los tópicos de la paella y la sangría, que antes simbolizaban para ellos la esencia de la gastronomía española'.
La mantequería fue fundada por Francisco García, abuelo del actual dueño, quien llegó a Inglaterra durante la segunda guerra mundial con su hijo Rafael de cuatro años, que sigue compartiendo el negocio con Antonio. Cuando estalló la guerra civil española García, simpatizante de la banda republicana, se escapó de su Málaga natal para refugiarse con su familia en Gibraltar. Poco después, la marina inglesa mandó un barco para evacuar a las mujeres y niños españoles refugiados en Gibraltar a la colonia británica de Jamaica, ante la amenaza de un bombardeo de la aviación nazi. Los hombres fueron trasladados a Inglaterra para trabajar en las fábricas de armamentos y así Francisco y su mujer dejaron de verse durante 10 años.
Curiosamente, los primeros clientes de la tienda eran jamaicanos, que representaban en aquella época la mayoría de los vecinos de un Notting Hill pobre y cochambroso. 'Por supuesto que tenemos un montón de clientes españoles pero yo diría que, al menos el 50%, son ingleses', dijo García. 'Todo ha sido un proceso orgánico, primero con la llegada de la emigración española económica, principalmente gallegos, de los años 70. Mientras tanto, los ingleses empezaron a adquirir propiedades en España y al mismo tiempo llegaron a conocer las maravillas de los productos de la tierra española. España es hoy una estrella en ascendencia y esto se nota en la demanda cada vez mayor de la comida y los vinos del país'.
Hace dos años el trabajo de la familia García fue coronado con éxito, cuando su cafetería de reciente estreno recibió el premio del Café del Año de Londres. El Café García, contiguo a la tienda, ofrece desde churros con chocolate hasta tortilla de patata, bocatas de jamón y otros manjares que poco a poco van seduciendo el paladar británico. 'El verdadero café-bar español hasta ahora no tenía presencia en el Reino Unido', comentó García. 'Nuestro objetivo es ofrecer al cliente comida rápida con acento español'.
Riojas y albariños en la Gran Manzana
Primero fue la moda de las tapas españolas. Ahora la de los vinos. Los ciudadanos de Nueva York ya tienen dónde comprarlos para llevarlos a casa. Acaba de abrir en la Gran Manzana la primera tienda especializada en vino, cava y jerez españoles, según informa Efe. Tinto Fino, un pequeño local ubicado en el bohemio barrio del East Village, abrió sus puertas hace unas semanas en pleno auge de la moda del vino español, despertada por distintos enólogos estadounidenses.El catálogo de Tinto Fino está compuesto por más de 150 tipos de vinos de regiones como Cataluña, Castilla y León, Andalucía, Galicia o La Rioja. Su propietaria es la estadounidense Mani Dawes, que consideró que la ciudad de Nueva York ya estaba lista para una tienda de vinos españoles al ver el éxito que estaban teniendo estos caldos en su restaurante de tapas Tía Pol, inaugurado hace dos años y medio en el barrio de Chelsea. Su pasión por España nació tras estudiar el idioma allí por un año, cuando tenía 21. Ahora a los 32 viaja constantemente a España para visitar bodegas y comprar directamente a importadores. 'Me gusta cambiar el catálogo con frecuencia, pero siempre manteniendo algunos de los básicos o que mejor representan a cada región. Especialidades de la tienda son el cava y el jerez, cada vez más demandados por los neoyorquinos.