Los planes energéticos de la Unión Europea costarán 1,5 billones
'La revolución energética posindustrial' del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, se puso ayer en marcha. Pero las medidas propuestas (interconexión transfronteriza, aumento de las energías renovables, mayor competencia) afrontan ahora una larga batalla política antes de su aprobación definitiva y la difícil búsqueda del ingente presupuesto necesario para llevarlas a cabo.
La factura del mercado energético limpio, competitivo y fiable que preconiza Barroso puede ascender, como mínimo, a 1,5 billones de euros, una cantidad que parece fuera del alcance de los presupuestos públicos europeos y de los planes de inversión del sector privado.
Bruselas reconoce que el incremento en el uso de energías renovables hasta el 20% del consumo europeo puede encarecer la factura energética en 18.000 millones de euros anuales, o 216.000 millones hasta 2020. Sólo la mejora de la conexión de las instalaciones eólicas o solares a la red principal puede requerir más 800 millones de euros anuales.
La inversión necesaria en la infraestructura tradicional resulta aún mucho mayor. La CE calcula que los 27 países de la UE deben invertir 900.000 millones de euros anuales durante los próximos 25 años en la red eléctrica. Para infraestructuras de gas, la cifra puede ascender a 370.000 millones entre gasificadoras y depósitos.
'La CE es agnóstica en el tema nuclear, pero el debate es necesario', defiende Barroso
El compromiso de la UE de elevar al 10% la capacidad de interconexión transfronteriza también requiere unas cifras de inversión muy alejadas de las actuales. 'Los operadores de la red ingresaron entre 2001 y 2005 unos 1.300 millones de euros, pero sólo reinvirtieron en aumentar la capacidad de interconexión 250 millones', se quejó ayer la comisaria de Competencia, Neelie Kroes. El propio presupuesto comunitario sólo dispone de 1.400 millones de euros para potenciar durante los próximos siete años las interconexiones consideradas prioritarias (entre ellas, la franco-española).
Con estas cifras por delante, las cámaras de comercio europeas (Eurochambres) ya pidieron ayer que 'la nueva política energética no se traduzca en nuevos incrementos de las tarifas'.
Pero el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, cree que 'actuando ahora' las 'compañías europeas asumirán el liderazgo mundial y las universidades podrán demostrar su capacidad de investigación'.
Barroso aspira a un drástico aumento de las fuentes energéticas bajas en emisiones de CO2 y de producción europea. El portugués justifica su nueva fe medioambientalista con apocalípticos estudios sobre el cambio climático, aunque para sus críticos su conversión sólo intenta reabrir el debate sobre energía nuclear.
El plan energético de Barroso, de hecho, rebosa datos cuya lectura aboca a una aceptación de esa fuente de energía. La CE presenta la energía nuclear como la opción más barata y menos contaminante para otorgar a Europa cierta independencia energética, dos características que pueden ayudar a conseguir el nuevo objetivo de reducir un 20% las emisiones de CO2 hasta 2020 sin que el coste se dispare.
Pero Barroso, consciente de la sensibilidad del asunto, no llegó a defenderla abiertamente. 'La Comisión es agnóstica en el tema nuclear'. Pero 'el debate sobre su uso es imprescindible'.
Kroes repite sus amenazas
¦bull; La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, presentó ayer las conclusiones de su investigación sectorial sobre el sector energético.¦bull; Ha sido año y medio de trabajo para concluir que 'los mercados siguen fragmentados por países y cerrados a los nuevos competidores'. La misma descripción que los informes del departamento comunitario de Energía repitiendo desde hace cuatro años.¦bull; Pero la comisaria dice que la información obtenida durante la investigación le permitirá abrir expedientes contra algunas compañías y evaluar mejor las fusiones en el sector.¦bull; Kroes también amenaza por enésima vez con 'remedios estructurales' a las compañías más rebeldes, un eufemismo para la partición de las empresas integradas verticalmente. Su bravuconada contrasta con el hecho de que la CE no se atreviera a proponer ayer esa separación por la vía legislativa. Una de las supuestas amenazadas, EDF, subió en Bolsa el lunes a rebufo de la claudicación de Bruselas ante las presiones de París y Berlín (que salió en defensa de Eon y RWE).