Dos activistas capturados en Francia y registros a ambos lados de la frontera
La policía francesa y la española empiezan a obtener sus primeros frutos tras el atentado de Barajas y el Gobierno espera que éstos aumenten de manera significativa antes de que José Luis Rodríguez Zapatero comparezca el lunes en el Congreso, consciente del nulo margen del que dispone para pensar en el corto plazo en vías ajenas al plano policial y judicial. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, informó que en una operación conjunta, las fuerzas policiales francesas detuvieron ayer al sur de Bayona a dos presuntos miembros de ETA. Uno de los detenidos, Asier Larrinaga, está relacionado con el zulo encontrado en diciembre en Amorebieta y con los explosivos hallados la semana pasada en Atxondo. El otro detenido es Garikoitz Etxeberria, que formaría parte junto a otros dos activistas de un comando con gran cantidad de explosivo. La Ertzaintza hizo también registros en las localidades vizcaínas de Berango y Elorrio y en la guipuzcoana de Lizartza, informa Efe.
Por su parte, la policía francesa registró ayer los domicilios de Lourdes Urdanpileta y Peio Alcantarilla en la localidad vasco-francesa de Urrugne. Ambos fueron detenidos en 2004 en una operación contra ETA que se saldó con la detención del ex jefe del aparato político de la banda Mikel Albisu, Mikel Antza, y de su novia, Soledad Iparraguirre, Anboto.