La opción de los cotizados
Esta reciente modalidad tiene comisiones reducidas y atractivo en una Bolsa alcista
En un momento de balances del año 2006 como el que nos encontramos el mercado de los fondos de inversión genera numerosos comentarios y conclusiones. Además del habitual repaso a las categorías de fondos ganadoras y perdedoras, los flujos de patrimonio y activos bajo gestión o el análisis de los movimientos en la situación competitiva entre gestoras, nos encontramos con un año que finalmente trajo a la luz algunos nuevos productos largamente esperados tanto por profesionales como por los inversores.
Su llegada no estuvo exenta de retrasos que en algunos casos los condujo hasta las mismísimas puertas del recién iniciado año 2007. Quizás los fondos de inversión libre, o fondos hedge en su terminología anglosajona, hayan sido las estrellas en cuanto a una inagotable capacidad de llenar ríos de tinta en los medios de comunicación especializados. Sin embargo, los fondos cotizados o ETF (Exchange Traded Funds en inglés) tomaron la delantera con un primer lanzamiento por parte de la entidad BBVA a finales de julio. Después han seguido unos pocos más fondos de inversión cotizados por parte de tres de las cuatro entidades que han obtenido licencia de Bolsas y Mercados para gestionar y comercializar este producto en España.
Actualmente se encuentran disponibles cinco fondos cotizados en la bolsa española, lo que no deja de ser todavía una oferta muy limitada si lo compramos con el resto de mercados europeos. Además, a día de hoy, sólo dos índices, el Ibex 35 y el Dow Jones Euro Stoxx 50, son los replicados en total por estos cinco ETF españoles. Así, existen tres fondos cotizados disponibles sobre el índice español de referencia Ibex 35.
Los fondos cotizados se caracterizan fundamentalmente por negociarse continuamente como una acción que se compra y vende durante el día, su objetivo de replicar el comportamiento de un índice y hacerlo con unas comisiones de gestión muy reducidas. Las ventajas de un producto así parecen obvias pero sin embargo es un instrumento de inversión que en Europa es utilizado mayoritariamente por parte de los inversores institucionales o profesionales. Concretamente, se estima que aproximadamente dos terceras partes del volumen negociado corresponde a institucionales. ¿Significa esto que no es un producto apto para inversores particulares? La respuesta es que sí lo puede ser perfectamente.
De hecho existen determinados países, como Italia por ejemplo, donde la situación es la contraria y los inversores particulares superan a los institucionales. Uno de los principales factores habría que buscarlo en la intensidad con la que las instituciones financieras de un país promocionan este producto entre sus clientes particulares.
La situación española de momento se asemeja a lo que es la norma en Europa, es decir, dominio del sector institucional. Ello no debería extrañarnos ya que las entidades licenciatarias de momento han realizado un esfuerzo limitado de marketing en dar a conocer este instrumento.
Algunos mal pensados podrían aducir que dadas sus bajas comisiones de gestión no es un producto especialmente interesante desde un punto de vista comercial.
En cualquier caso, es justo también reconocer que el mercado institucional español ha sido tradicionalmente desde bien antes de su aprobación en España muy activo en este producto, ya que hay que recordar que las entidades financieras no han estado sujetas en este caso a los límites legislativos de inversión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que sí son de aplicación a los particulares.
Un rápido análisis de los fondos de inversión que invierten en bolsa española deja claro que si bien no se puede decir que lo hacen por término medio claramente peor que los índices de referencia tampoco obtienen rentabilidades superiores. Por ejemplo, en 2006 la rentabilidad media de los fondos pertenecientes a la categoría de bolsa española ha sido del 32,63%. Esta cifra se sitúa por encima del 31,79% obtenido por el Ibex 35 pero por debajo del 34,49% del índice general.
Así, los tres ETF sobre el Ibex 35 existentes y correspondientes a las entidades BBVA, Santander y Lyxor (parte del grupo Société Générale) tienen comisiones muy reducidas por debajo del 0,40% y en su pocos meses de cotización han demostrado disfrutar de unos diferenciales reducidos y unos volúmenes de negociación aceptables. Sin duda, una opción a considerar.
Análisis. Índices o armas de doble filo
Los fondos de renta variable española en el ejercicio 2006 han mostrado una extraordinaria rentabilidad, un año en que el Ibex ha ganado el 32%. Aunque bastantes cuestionan su recorrido futuro, los ETF pueden ser un buen instrumento para exponerse a la misma si el tirón continúa.Los ajustados diferenciales de los fondos cotizados sobre el Ibex 35 hacen referencia tanto al precio de los mismos con respecto al índice selectivo español como al existente entre el precio al que se compran y venden sus acciones.