Nuevos aires en Sabadell
No hay acuerdo entre los observadores del mercado sobre el impacto de la marcha de La Caixa del Banco Sabadell, del que ha sido primer accionista desde su estreno bursátil en el año 2001. 'La operación hace a Banco Sabadell más vulnerable como posible objetivo de fusión o adquisición', citan en un informe Eva Hernández y Carlos Cobo, analistas de Espírito Santo.
Su valoración sobre la venta de la participación, conocida el jueves, es positiva para los accionistas del Sabadell. El banco de inversión luso ha colocado el precio objetivo en 34 euros, frente a los 33,5 euros del cierre de la semana (máximo histórico para la acción) y respalda la recomendación de 'comprar'.
El abandono de La Caixa, que ha comprometido la venta del 12,45% que le quedaba en 1.295 millones (con unas plusvalías de 695 millones), ha conseguido desplazar la cotización del Sabadell en dos jornadas hasta un 0,74%. No se trata de un movimiento espectacular, pero el Sabadell consiguió librarse de la caída generalizada del sector bancario español el viernes, junto a Banesto.
Del total desinvertido, un 4,99% irá a parar a la sociedad Famol, en la que figura el presidente del Sabadell, Josep Oliu, junto con otros consejeros. Así, se refuerza el pacto parasocial anunciado por el ejecutivo y otros seis inversores el pasado mes de agosto, con el objetivo de configurar un núcleo duro defensivo en la entidad.
'La operación de La Caixa era esperada por el mercado y no debería tener un impacto significativo en la cotización del Sabadell', argumenta Ahorro Corporación.
Deutsche Bank recomienda mantener acciones del banco en la cesta de inversiones, pero advierte que la acción está sobrevalorada. Su precio objetivo es de 30,10 euros por acción. Tampoco UBS ha mejorado su apreciación sobre el Sabadell. En este caso el consejo es 'reducir' papel tras desvelarse una operación que se completará antes de que finalice el presente año 2006.
Si hay dudas sobre cuál será la estrategia del Sabadell en el próximo ejercicio, su presidente dijo el martes, en la reunión anual de directivos, que se están sondeando nuevas fuentes recurrentes de beneficios fuera de España. Quien también ha hablado ha sido Ricardo Fornesa, presidente de La Caixa, para justificar una venta en busca de 'reordenar la cartera' de participadas.