La banca europea modera el ritmo de crecimiento de sus beneficios
Los grandes bancos de Europa continental han vivido en el tercer trimestre una ralentización del ritmo de crecimiento de sus ingresos, lo que ha mermado sus espectaculares ganancias. Hasta septiembre, su beneficio agregado rozó los 52.700 millones de euros, con un incremento interanual del 28,6%, frente al 36,6% registrado en junio.
La buena marcha del sector bancario europeo es incuestionable. Las grandes entidades continentales (sin contar las británicas, que no hacen públicos sus resultados del tercer trimestre) han presentado fuertes incrementos de sus márgenes en los nueve primeros meses del año.
La recuperación económica en Europa, el excelente comportamiento de los mercados bursátiles y el dinamismo de las operaciones corporativas han cimentado el crecimiento del beneficio agregado del sector, que ascendió a 52.677 millones de euros hasta septiembre, con un incremento interanual del 28,61%.
Entre los bancos que más crecen están los franceses. BNP Paribas obtuvo unas ganancias netas de 5.589 millones (+23,7%), Société Générale de 4.063 millones (+22,6%), y Crédit Agricole de 3.815 millones (+32,2%). El suizo UBS, volvió a ser el primero en beneficios, entre los continentales, al anunciar un beneficio de 5.691 millones (+17,3%).
Sin embargo, estas fuertes tasas de crecimiento de los resultados se han moderado respecto a las registradas durante el primer semestre. Hasta junio, los primeros 14 bancos de Europa continental ganaron 34.327 millones de euros, con un incremento interanual del 36,6%.
Esta ralentización se explica por el menor crecimiento de los ingresos procedentes de la actividad de mercados. Si a junio crecían a una tasa cercana al 20%, tres meses más tarde, ésta había caído al 16,8%. Aunque los gastos siguen incrementándose menos que los ingresos (11,1%), el diferencial se ha estrechado, lo que ha moderado la evolución de los beneficios.
El negocio mayorista continúa siendo el que más contribuye al crecimiento de las ganancias del sector, junto a las filiales de banca minorista en el extranjero.
Por contra, el negocio que más está lastrando la evolución de los grandes bancos europeos es el de banca de particulares en sus mercados de origen. Esta división continúa reduciendo paulatinamente su peso en los resultados.
BBVA y Santander
Este patrón de crecimiento se reproduce perfectamente en los dos gigantes del sector bancario español. El Santander, que ocupa el tercer puesto por ingresos, está experimentando una progresiva dilución de la aportación de su red minorista en España y Portugal.
Por su parte, en el BBVA sus franquicias americanas (fundamentalmente Bancomer, en México), van tomando mayor protagonismo en la cuenta de resultados del grupo, y ya aportan más beneficios a su cuenta de resultados que el negocio ibérico.
Otra de las pautas que están marcando la evolución del sector es la constante mejora de la ratio de eficiencia. Este indicador, que mide la proporción de ingresos que absorben los gastos, se ha reducido en 12 de las 14 entidades analizadas. El único deterioro importante (del 53% al 56%) lo ha protagonizado el italiano Unicredit, y se explica por la integración del alemán Hypovereinsbank, que tenía una ratio de eficiencia mucho peor.
El español BBVA vuelve a repetir como el mejor, entre los grandes grupos bancarios europeos, en cuanto al ratio de eficiencia, con un 43,7%. En los nueve primeros meses de 2006 ha logrado reducir esta proporción en 4,3 puntos porcentuales. La segunda posición la ocupa el Santander, con una ratio del 49,1% y una caída de 4,9 puntos. La media del sector está en el 59,5%.
El BBVA también destaca entre sus competidores continentales en los datos de rentabilidad sobre recursos propios (ROE). El banco presidido por Francisco González lucía en septiembre un ROE del 45,2%, cuando la rentabilidad media de la industria es del 23,3%. Sin la venta de algunas participaciones, como las que tenía en Repsol y BNL, su ROE habría sido de 35,8%.
Nubarrones sobre los cielos británicos
Los bancos ingleses comienzan a ver algunas nubes negras en su horizonte temporal. A diferencia de sus competidores continentales, las entidades bancarias británicas no presentan resultados en el tercer trimestre. Aunque aún no han informado de su últimas evoluciones, un reciente informe de la agencia de calificación de deuda Standard & Poor's (S&P) señala que el sector deberá afrontar en el futuro algunas 'debilidades'. Aunque los analistas de la agencia de ratings destacan que la industria bancaria británica 'es una de las más fuertes del mundo' señalan algunos puntos preocupantes. Entre ellos, un repunte de los créditos impagados y de las tasas de morosidad, especialmente en préstamos no hipotecarios y en tarjetas bancarias. S&P prevé que los impagos continúen aumentando en 2007. Otras dos flaquezas del sector, que destaca la firma de calificación, son 'su relativamente baja capitalización', producto de las adquisiciones realizadas en los últimos años, así como un 'creciente incremento de la regulación de los márgenes y de las comisiones'.Aunque el informe de S&P desgrana las amenazas que podrían deteriorar la calidad de los activos de los cinco gigantes británicos (HSBC, Royal Bank of Scotland, Barclays Bank, Halifax y Lloyds), también ensalza algunas de sus fortalezas, como su fuerte rentabilidad, sus sólidas cuotas de mercado, la buena marcha de la economía británica, junto a la correcta diversificación de sus fuentes de ingresos. Hasta junio, estas cinco entidades tuvieron un beneficio conjunto de más de 20.000 millones de euros, con un crecimiento interanual cercano al 15%.