Putin logra arrebatar a Shell el control del proyecto Sajalín-2
El Gobierno ruso de Vladimir Putin ha logrado arrebatar, finalmente, a la petrolera anglo-holandesa Shell el control de Sajalín-2, el mayor proyecto petrolífero y gasista que se desarrolla en el país y la mayor inversión extranjera en Rusia (unos 16.700 millones de euros).
Ayer, los socios del proyecto (Shell y las japonesas Mitsui y Mitsubishi) firmaron un protocolo de colaboración para dar entrada como partícipe mayoritario a la estatal Gazprom, que pagará 7.450 millones de dólares (5.657 millones de euros) por un paquete accionarial del 50%. Las otras tres empresas reducirán a la mitad su actual participación, lo que dejará a Shell con un 27,5%, a Mitsui con un 12,5% y a Mitsubishi con un 10%.
El acuerdo, que Putin calificó de 'satisfactorio', se cierra después de que el Gobierno ruso paralizara el proyecto alegando serias deficiencias medioambientales y de que la agencia medioambiental estatal RPN amenazara con presentar una demanda contra Shell de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares (11.385 y 15.180 millones de euros). El Ejecutivo ruso quiere revisar los precios del petróleo contemplados en los contratos de explotación compartida suscritos en la década de los 90 y dar entrada a empresas estatales no sólo en el proyecto de Shell, sino también en los que dirigen la estadounidense Exxon o la francesa Total.
El yacimiento de la isla Sajalín, en el Pacífico, llegará a producir 140.000 barriles de petróleo diarios.