TPI convoca junta para salir de Bolsa y adoptar el nombre de Yell
Los días de TPI como sociedad cotizada e, incluso, como empresa con ese nombre están contados. Cinco meses después de cambiar de manos, tras la opa lanzada por la británica Yell sobre la filial de Telefónica, su nueva dueña ha anunciado su intención de excluir a TPI de Bolsa y de rebautizarla como Yell Publicidad.
El cambio de denominación fue una exigencia de Telefónica, asumida por Yell en el acuerdo de compraventa, aunque Páginas Amarillas sobrevivirá. La opa de exclusión es voluntaria y se formalizará en la junta que la compañía ha convocado para el próximo 24 de enero. Tendrán que votarlo los accionistas, pero no habrá problema alguno puesto que el 94,25% del capital de TPI está en manos de Yell.
La opa, por tanto, se dirigirá al otro 5,75% del capital, representado por 361 millones de acciones. La contraprestación se pagará en efectivo, como en toda opa de exclusión, y el precio lo tendrá que visar la CNMV. Con todo, es probable que se paguen 8,5 euros por acción, lo mismo que en la opa del pasado verano. Si es así, la operación supondrá un desembolso de 176,6 millones.
Otra propuesta para la junta es la modificación del ejercicio fiscal por segunda vez en pocos meses. Yell ya había cambiado este parámetro para que finalizara a 31 de octubre; tras la junta convocada ayer, terminará el 31 de marzo.
Debido a la primera variación del ejercicio, TPI ya ha cerrado un miniaño de 10 meses y ayer presentó resultados. Por supuesto, las cifras no son comparables con las de 2005, que se refieren a un ejercicio completo. Los beneficios en el periodo fueron de 78,18 millones, frente a 124,3 millones en 2005, con una cifra de negocio de 529,9 millones -651,6 millones el año anterior-. Como es tradicional, España llevó todo el peso de las cuentas.