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CincoSentidos

La banca privada, brújula para nuevos filántropos

Los gestores de grandes fortunas comienzan a ofrecer asesoramiento específico para canalizar las inquietudes sociales de sus clientes.

El creciente interés por la filantropía de las grandes fortunas está creando una novedosa especialidad en la banca privada: asesor de labores humanitarias. Ya no basta con aconsejar dónde invertir con acierto el dinero, ni con resolver el dilema de qué apuesta bursátil será la más rentable. Cuando se ha ganado mucho dinero, surge en ocasiones la inquietud de canalizar parte de esa fortuna hacia proyectos sociales, un fenómeno cada vez más frecuente, según reconocen las entidades de banca privada.

Y dentro del detallado servicio de asesoramiento que se ofrece a los grandes patrimonios, también hay que informar al cliente sobre cuál es la manera más provechosa de canalizar su inquietud filantrópica. 'Cada vez hay más gente que empieza a hablar del tema. Nos apoyamos en la experiencia en Estados Unidos, donde hay grandes gabinetes especializados', señala Rosalía Bastarreche, directora de marketing de DB Private Wealth Management. El 5% de los clientes de esta entidad en España deciden dar una finalidad social a su patrimonio, frente al porcentaje del 35% que se alcanza en Estados Unidos.

El asesoramiento especializado en cuestiones de filantropía es por tanto muy incipiente en nuestro país y, lejos de haber desarrollado un departamento propio, los bancos privados españoles han recurrido en primera instancia a acuerdos de colaboración con ONG. Un ejemplo es la Fundación Lealtad, una organización independiente que se dedica a fomentar la confianza de empresas y particulares en la acción social y la cooperación al desarrollo.

'Trabajamos desde hace tres años de forma directa con empresas para gestionar su acción social y a partir de ahí detectamos que había grandes clientes con interés por la filantropía', señala Patricia Roda, directora de la Fundación Lealtad. La organización mantiene acuerdos con DB Private Wealth Management, división de banca privada de Deutsche Bank, con Banif y con Morgan Stanley. El objetivo es ayudar al cliente de grandes patrimonios a canalizar su sensibilidad social y para ello la Fundación Lealtad facilita información sobre ONG y proyectos con los que colaborar. 'Es un cliente acostumbrado a conocer con detalle hacia dónde va su dinero y es exigente con la información y con el uso que se va a hacer de sus donativos', añade Patricia Roda.

El primer paso de la colaboración entre la Fundación Lealtad y los bancos con los que trabaja ha sido dar en este año cursos de formación a los asesores financieros para que faciliten a los clientes información de primera mano sobre ONG y proyectos solidarios. Después se organiza un encuentro entre el cliente y la Fundación Lealtad y, finalmente, se elige el proyecto al que el cliente va a destinar su dinero. 'Aún es algo muy incipiente en España, por ahora sólo hemos trabajado con 3 ó 4 grandes clientes', señala Patricia Roda.

Luis Moreno, director de marketing de Banif, explica que la filantropía ofrece dos tendencias entre los clientes de banca privada, la de aquel que prefiere poner en marcha sus propios proyectos y crea una fundación, cuyo ejemplo más emblemático es Bill Gates, y la del cliente que no se implica tan activamente y opta por que sea el banco el que canalice su patrimonio hacia obras sociales. 'Hacemos de filtro, vemos hasta dónde llega la inquietud social del cliente', apuntan desde DB Private Wealth Management.

Frente a la tarea incipiente que se desarrolla en España, UBS cuenta desde 2004 con la unidad Philanthropy Services, dedicada en exclusiva a resolver la inquietud filantrópica de sus clientes. En Credit Suisse, la filantropía se incluye en el proceso integral de asesoramiento financiero y para responder a la inquietud de sus clientes, el banco cuenta con tres fundaciones benéficas.

El 'efecto Bill Gates' y su huella en España

Los clientes de banca privada con inquietudes por la filantropía tienen un conocido espejo en el que mirarse, el ex presidente y fundador del gigante informático Microsoft, Bill Gates, que ha anunciado su intención de abandonar la gestión del día a día de su empresa para centrarse en las labores de su fundación.Ha recibido recientemente el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2006, lo que ha terminado por desencadenar el 'efecto Gates', según reconocen en la banca privada. 'Sin duda es una referencia', apuntan desde DB Private Wealth Management. En este sentido, Patricia Roca, de la Fundación Lealtad, añade que 'todo tiene su réplica y los más ricos se están diferenciado por una mayor aportación a la sociedad'.Otro de los filántropos de referencia es Warren Buffet, que ha anunciado su intención de que toda su fortuna, estimada en 44.000 millones de dólares, pase de forma íntegra a su fundación, en una actitud contraria al traspaso de patrimonios milmillonarios de una generación a otra. En España, los filántropos más conocidos son, de forma obvia, los empresarios más ricos, como Amancio Ortega, su ex mujer Rosalía Mera, las hermanas Koplowitz, la familia Botín, a través de la Fundación Marcelino Botín o los March, con la Fundación Juan March.

Beneficio fiscal para clientes comprometidos

El boom económico que ha alimentado la creación de nuevas fortunas y el enriquecimiento de las de toda la vida y una creciente sensibilidad colectiva hacia la acción social están siendo el caldo de cultivo perfecto para el aumento de la inquietud filantrópica entre los clientes de banca privada, según explica Luis Moreno, responsable de marketing de Banif, filial de banca privada del Grupo Santander.Aunque no sea determinante, el factor fiscal es otro de los elementos a favor de esta tendencia, ya que las donaciones cuentan con rebajas tributarias. 'La filantropía no se hace por motivos fiscales', considera Moreno. Desde el bufete Cuatrecasas añaden que 'la fiscalidad es un incentivo pero sólo en las personas que ya tienen cierta disposición'.Las donaciones de particulares disfrutan de una deducción del 25% en la cuota íntegra. En el caso de sociedades, la deducción se amplía al 35%, sin que la reforma fiscal que entra en vigor en 2007 haya introducido cambios.

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