'La competencia entre los bufetes sigue creciendo y eso es bueno'

Acaba de recoger el galardón Chambers Global Awards, que ha designado a la firma que dirige como el mejor bufete de España y Portugal en 2006. Para Pedro Pérez-Llorca, la clave del éxito está en la calidad

Desde la terraza de Alcalá 61, sede del bufete Pérez-Llorca, se disfruta de una vista privilegiada. Tanto es así que el año pasado los hijos de los abogados de la firma tomaron la balconada para contemplar sin estrecheces la cabalgata de Reyes. 'Este año no vamos a poder hacerlo, porque no pasa por aquí', comenta Pedro Pérez-Llorca, socio director de la firma, fundada en 1982 por el ex ministro y jurista José Pedro Pérez-Llorca. Con 11 socios y más de 70 abogados, el despacho defiende con orgullo su vocación de bufete mediano. Aunque sólo en cuanto a tamaño. El pasado 16 de noviembre la editorial Chambers & Partners distinguió a la firma con el premio al mejor despacho de España y Portugal en 2006.

En la página web de su bufete se puede leer la siguiente máxima: 'No queremos ser los más grandes, pero sí los mejores'. ¿Cuál es la ventaja estratégica de un despacho mediano frente a una gran firma?

Somos un bufete mediano porque hemos elegido serlo. Y lo hemos hecho por dos razones. La primera es porque facilita la capacidad de adaptación. Los bufetes nos movemos en un entorno selvático y con un tamaño mediano puedes adaptarte mejor. La segunda es que creemos que permite atraer a los abogados que más nos gustan, que son aquellos que quieren sentir que forman parte de un despacho y quieren dedicar la mayor parte del tiempo a trabajar de abogados, no de gestores.

La firma ha ido creciendo e internacionalizándose en los últimos años. La mitad de sus clientes son extranjeros. ¿Proyectan abrir oficinas en otros países?

Por ahora lo tenemos claro. Somos una firma española con una enorme vocación internacional para asesorar a las empresas españolas en el exterior. Somos el factor español de las operaciones. Nuestra estrategia consiste en identificar a los mejores bufetes independientes en aquellos países donde nos interesa trabajar.

En los últimos años hemos asistido a la llegada de muchas firmas extranjeras. ¿Cómo ha cambiado ese fenómeno la abogacía española?

Los despachos extranjeros han hecho el mercado mucho más competitivo. Ha aumentado el número de opciones de los clientes y también de los abogados a la hora de trabajar. El resultado es que unos y otros están más contentos. Nosotros no lo vemos con preocupación. Creemos que la competencia aumentará aún más y estamos convencidos de que será muy bueno.

Los bufetes han incrementado considerablemente su grado de rotación de personal. ¿Resulta difícil retener el talento en las firmas de abogados actualmente?

Es cierto que las cosas han cambiado. Antes cuando entrabas en un despacho sólo te ibas si las cosas iban muy mal, ahora no es así. Nosotros ofrecemos cuatro razones para que nuestros abogados se queden en la firma: una carrera profesional; un ambiente poco jerarquizado; una buena política de formación y una retribución que está en la parte alta del mercado. Además de todo ello, si alguno de nuestros abogados se va, dedicamos tiempo a analizar por qué y en qué nos hemos equivocado.

En cualquier caso, ese fenómeno tiene otra cara.

Sí, la de que abogados de otras firmas nos llamen y nos digan que quieren trabajar con nosotros. La rotación supone un aumento de oportunidades.

Pérez-Llorca cuenta con una sola mujer entre sus socios. Algo similar ocurre en la mayoría de las firmas, donde la proporción de mujeres desciende al llegar al nivel más alto de la organización. ¿A qué se debe?

Es verdad que hay menos socias. En nuestra firma hay una mujer entre 11: el 9%. En mi opinión, la explicación es doble. Por una parte, las abogadas que deciden tener hijos piensan que compatibilizar el trabajo con la maternidad va a arruinar sus carrera. Hay un poco de derrotismo en ese sentido, piensan que no van a poder con ello y se van. Por otra, en los bufetes se mira a los socios como modelo. Y, en ese sentido, no se ven reflejadas en lo que ven, no les gusta lo que ven.

¿Y qué se puede hacer?

Atacar los dos frentes. Hay que convencer a las abogadas de que pueden ser madres y llegar a socias. Tardarán más, pero lo conseguirán. Si eres un abogado magnífico y entre el sexto y el noveno año de tu carrera decides hacer una tesis o un máster en Estados Unidos, ¿es que ya no puedes llegar a socio? Por supuesto que puedes. Creo que tenemos que hacer un esfuerzo para explicar esto. Yo digo a los abogados que no miren la vida de los socios en conjunto, sino uno a uno. Hay gente que dedica el 99% de su vida al trabajo; pero también hay quien dedica más tiempo a su vida familiar.

¿Es posible establecer medidas de conciliación entre vida personal y laboral en un bufete de abogados?

Algunas cosas son posibles, otras no. Uno de los aspectos más importantes de la conciliación es la flexibilidad; que puedas elegir tus vacaciones o salir antes porque tu hijo se ha puesto enfermo. Eso en un bufete es muy fácil. Al mismo tiempo hay cosas muy difíciles, como que los horarios sean sagrados.

Grandes clientes, grandes operaciones

La lista de operaciones en las que Pérez-Llorca ha prestado asesoramiento en los últimos años refleja la trayectoria de crecimiento e internacionalización que ha seguido el bufete. Así, la firma asesoró a Abbey National en la compra por el Santander; a Autogrill en la opa sobre Aldeasa; a Pai Partners en la opa sobre Cortefiel; y más recientemente, a Joaquín Rivero y Bautista Soler en Metrovacesa y a Eon en la opa sobre Endesa.'Hemos tenido un año muy bueno', resume Pérez-Llorca, quien recuerda que hasta hace poco las grandes operaciones estaban reservadas a los grandes bufetes españoles. 'La novedad somos nosotros y las firmas internacionales', explica. ¿El secreto? 'En una gran operación el cliente es muy sofisticado, es un comprador especializado. Frente a eso debes ofrecer una buena calidad de servicio y una experiencia acreditable'.