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CE

Bruselas renuncia a la segregación de los grandes grupos energéticos

La CE presentará en enero medidas legislativas para impulsar la apertura de los mercados energéticos. Pero entre ellas no figurará, en contra de lo prometido, la segregación de los antiguos monopolios que, como EDF o Eon, controlan generación, distribución y comercialización de gas y electricidad.

José Manuel Durão Barroso se ha rendido. Después de meses anunciando que el 10 de enero propondría la segregación de las grandes compañías energéticas, el presidente de la Comisión Europea ha dado instrucciones para que se busquen alternativas a esa propuesta.

El cambio de actitud, según las fuentes consultadas por Cinco Días, se consumó el pasado miércoles. Ese día, Barroso constató, durante el pleno semanal de la Comisión Europea, que su idea inicial ni siquiera contaba con el respaldo unánime de los comisarios. 'La reunión reveló que hay posturas muy dispares', señalan fuentes próximas a un comisario.

La división interna se ha sumado a la evidente resistencia de París y Berlín contra una iniciativa que les obligaría a separar estructuralmente sus grandes energéticas. Las dos capitales han dejado claro que no avalarán una medida que acabaría con la integración vertical de æpermil;lectricité de France o Eon. En España, cuya legislación criticó ayer el organismo de Barroso, la segregación ya es casi completa. Red Eléctrica de España es propietaria del 99% del sistema de distribución eléctrico.

Pero esta fórmula no convence en los países que están impulsando la creación de gigantes nacionales.

'Francia no considera que la separación patrimonial de actividades permite por sí misma un mejor funcionamiento de los mercados', dice el Gobierno francés en su contribución al Libro Verde de la Comisión sobre energía. Berlín, por su parte, se ha asegurado el control de las próximas iniciativas comunitarias sobre energía, al conseguir que la Comisión las presente en enero, ya con presidencia alemana de la UE. El Consejo Europeo de marzo, bajo batuta de Angela Merkel, dará la primera y decisiva orientación política a las propuestas comunitarias.

Esas propuestas partirán de origen marcadas por el eje franco-alemán. Los gabinetes de los 25 comisarios europeos ya han recibido el encargo de buscar medidas menos traumáticas que el unbundling o división de las compañías.

Entre las posibles alternativas figuran las normas para garantizar el acceso indiscriminado a la red de distribución y reforzar la transparencia de las tarifas y condiciones para su utilización.

Presiones por las tarifas

Mientras, el comisario de Energía, Andris Piebalgs, presionó ayer a 16 países de la UE, entre ellos España, para que al menos apliquen correctamente la legislación actual. Piebalgs acusa a esos países de mantener tarifas reguladas por debajo del precio de mercado; de permitir que los propietarios de la red de distribución discriminen a los nuevos operadores; de cercenar la autonomía de los reguladores nacionales; y de no comunicar a Bruselas obligaciones de servicio público impuestas a las firmas.

El expediente contra España incluye todos esos puntos salvo las críticas a la independencia del regulador.

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