Voluntarios de oficina
Los empleados de la compañía de juguetes Hasbro Iberia que dedican parte de su tiempo a atender a niños en riesgo de exclusión social reciben cuatro horas de salario al mes. Carrefour, en colaboración con la Fundación Codespa, propone a sus empleados diversos programas de voluntariado en todo tipo de causas sociales. DKV cuenta con un Día del Voluntariado dedicado, por ejemplo, a colaborar con Intermón Oxfam en la edición anual de un rastro de juguetes. Los abogados de Uría & Menéndez ofrecen asesoramiento gratuito a niños, fundaciones y personas marginadas...
Todas estas iniciativas de voluntariado han sido fraguadas e impulsadas desde y por empresas. El voluntario de oficina constituye un fenómeno reciente tanto en España como en el resto de Europa, aunque en Estados Unidos lleva décadas desarrollándose a buen ritmo. Un informe del Center for Corporate Citizenship at Boston College asegura que el 85% de las grandes compañías estadounidenses se involucran en actividades de ayuda a la comunidad. Es algo habitual en un país que cuenta con 90 millones de voluntarios y donde uno de cada dos adultos dedica tres horas de su tiempo libre semanal al trabajo comunitario.
En España, los datos sobre este tipo de voluntariado son escasos, pero apuntan a una tendencia creciente. Según el Observatorio de la Acción Social de la Empresa en España, en 2004 un total de 21.271 trabajadores españoles fueron animados y respaldados por sus empresas para participar en la financiación de proyectos sociales. No se trató sólo de un esfuerzo económico: más de 6.000 empleados de 37 compañías dedicaron 85.560 horas a trabajar de voluntarios
El voluntariado beneficia el clima laboral, reduce el estrés y mejora la imagen institucional
Presos y familias marginadas
Es el caso, por ejemplo, de los empleados de La Caixa, que acuden a ciberaulas de hospitales a entretener a los niños enfermos, acompañan a personas con discapacidad a visitar las instalaciones del Fútbol Club Barcelona, imparten clases de informática a la comunidad gitana o colaboran con Cáritas en la atención a presos y familias marginadas. 'El voluntariado empresarial en nuestro país es una de las asignaturas pendientes de todas aquellas empresas que quieren ser responsables con la sociedad', explican desde la Obra Social de la entidad. No en vano, la Caixa acaba de editar la Guía para Promover el Voluntariado desde la Empresa, un manual práctico en el que se analiza el fenómeno, se enumeran ejemplos y se proponen vías para que las compañías españolas desarrollen cada vez más iniciativas de este tipo.
El esfuerzo de estos programas no sólo trae beneficios a los destinatarios y satisfacción a los voluntarios; también favorece a las empresas. 'El voluntariado mejora el clima de la empresa y reduce el peligro de estrés; también aumenta el grado de implicación y de orgullo de pertenencia a la empresa e impacta positivamente en la imagen pública de la compañía', advierte la guía de La Caixa.
Los programas que recoge el documento son una muestra del dinamismo que el movimiento comienza a tener en España. Desde la recogida de material escolar de la plantilla de Tecnol junto a Unicef y Correos, hasta los pins que venden los empleados de Avon en beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer; desde los equipos multidisciplinares que PricewaterhouseCoopers envía anualmente a un país del Tercer Mundo, hasta la financiación, por iniciativa de una empleada de BNP Paribas, de ocho máquinas de coser para una casa de acogida en Maputo (Mozambique) donde monjas franciscanas cuidan y educan a 100 niñas abandonadas.
Modelos para encauzar la generosidad
BNP Paribas
La compañía cuenta con un Comité de Acción Social integrado por seis personas que provienen de distintas áreas de la empresa. El comité aprueba las líneas maestras de actuación, así como los proyectos que se presentan para ser subvencionados. 'Primero se atrae a los trabajadores ya convencidos. Lo difícil es motivar a los descreídos. Hay que ser constantes y apostar por una estrategia a largo plazo. La credibilidad cuesta mucho esfuerzo y mucho tiempo conseguirla. Perderla, sólo unos segundos', explican fuentes de la compañía en la Guía Para promover el Voluntariado en la Empresa.
Telefónica
La empresa informa a su plantilla de las posibilidades de colaborar con ONG, pero también ofrecen programas concretos. 'Son más aceptados los programas en los que se ofrece algo concreto, durante un periodo de tiempo limitado. La gente, en general, no quiere compromisos a largo plazo. De ahí que busquemos programas de acción rápida y concreta', señala la compañía. Entre las iniciativas que promueve la empresa destaca el proyecto Internautas Solidarios (asesoría informáticas a mayores), Teléfono Dorado (atención telefónica a ancianos) y proyectos de voluntariado en 80 residencias.
Unión fenosa
Unión Fenosa, con 1.862 voluntarios y 125 beneficiarios en su Día Solidario, respalda iniciativas sociales que son propuestas por sus empleados. El Día Solidario consiste en la donación de una jornada de sueldo para apoyar causas sociales que tengan relación con la formación en las áreas donde la empresa opera. La iniciativa cuenta con un equipo gestor integrado por siete empleados y un coordinador. El programa está financiada al 50% por los empleados de la compañía, mientras la empresa asume los gastos directos relacionados. En 2004 el número de voluntarios creció un 16%.
La Caixa
Para diseñar sus programas la entidad se basó en las opiniones de sus trabajadores, prejubilados y jubilados. 'Se realizaron 10 focus groups en Barcelona, Madrid, Sevilla y Vic, de los que obtuvimos conclusiones sobre sus posibilidades de participación, opinión sobre el voluntariado, inquietudes, limitaciones, etc.', explica la entidad. La Caixa respeta las iniciativas de cada una de sus asociaciones de voluntarios; el papel de la empresa se ciñe a la dinamización, asesoramiento y orientación sobre posibles actividades. 'Confiamos en nuestros trabajadores tanto de manera individual como asociada', afirma la entidad.