Los bodegueros acercan sus vinos a la clase política
El color rojo picota profundo con ribete granate del Ribera del Duero Viña Pedrosa Crianza 2004 o el carácter frutal del olor del Rías Baixas Terras Gauda 2005 son algunas de las características vinícolas que los diputados del Congreso pudieron disfrutar el pasado miércoles, tras la sesión del control de Gobierno. Más de 60 diputados acudieron a una cata de vinos, organizada en el Gran Hotel Canarias de Madrid para transmitir a sus señorías la necesidad de defender el sector vinícola.
Al acto, animado por los críticos de vinos Jonatan Armengol y Jesús Flores, acudieron políticos de todos los grupos parlamentarios. A modo de ejemplo, las diputadas Carmen Alborch y María Remedios Cordón, ambas del Grupo Socialista, compartieron mesa e intercambiaron impresiones sobre el color, el olor y el sabor de los productos con adversarios políticos, como Ángel Pintado Barbanoj, del Grupo Popular; Iñaki Txueka, del PNV, o Rosa María Bonás, del GER-ERC.
La organización ha querido dar protagonismo a todas las regiones y ha seleccionado dos vinos de cada denominación de origen. Junto a empresas consagradas como las Bodegas Muga, que dieron a catar su Rioja Prado Enea Gran Reserva 1998, o las Bodegas el Marqués de Vargas, que aportaron su Rioja Reserva Privada 2000, se presentaron vinos de otras más jóvenes como las Bodegas y Viñedos Castilblanque, fundada en 2001. æpermil;stas presentaron el único rosado del evento, el Ilex Rosado 2006, característico de la nueva ola de vinos, con un color aframbuesado más llamativo y un aroma más fresco para atraer a un público más joven.
'Lo más importante ha sido descubrir que hay muchos emprendedores en el sector, hemos descubierto varias bodegas nuevas', explica Francisco Contreras, diputado del PSOE por Almería, quien ha respondido a la cita tanto por ocio como para mostrar su respaldo al sector. 'Las tecnologías y la innovación nos están aportando vinos de mucha calidad. Es una buena noticia para la industria en el ámbito internacional', añade.
Como apuntó Jonatan Armengol durante la cata, el sector está pasando por una época agridulce: agria porque el consumo disminuye desde hace dos años y dulce porque se produce vino de una gran calidad. 'Estamos en un momento en el que se produce mucho vino y en el que se consume menos', resume Miguel Moisés Rodríguez, adjunto a la dirección comercial del complejo V. Olivo, propietario de las bodegas Tagonius.
Las campañas contra la alcoholemia y la reforma que prepara la Unión Europea sobre el vino, que podría imponer el arranque de 400.000 hectáreas de viñeros, son algunas de las trabas a las que se enfrenta ya la industria. Este mismo martes, los ministros de economía de la UE encargaban un estudio sobre el impacto que tendría imponer al vino un gravamen especial, como el que se aplica a la cerveza.
'Conforme está la situación y con lo poco que se amplía el consumo, este impuesto supondría una dificultad añadida', explica Miguel Ángel Castiblanque, gerente de las bodegas con su nombre. 'Sería un sobrecoste añadido que repercutiría sobre el consumidor y éste al final se va a decantar por otro tipo de productos', añade. En este contexto, el respaldo político es aún más bienvenido.
Los convocantes, la revista Trámite Parlamentario y Paladar Comunicación, ya organizaron una cata especial para los diputados en mayo del año pasado y otra para los miembros del Senado a principios de este año. Dada la positiva respuesta de sus señorías ya está preparando la próxima cita.