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Resultados

Vías de agua en el modelo de gestión tributario alemán

Si alguien se había fijado en el modelo federal alemán como ejemplo a seguir por España para la descentralización de impuestos está muy equivocado, a juzgar por sus resultados. Así se puso de manifiesto ayer en un seminario de alto nivel, organizado por el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), y en el que estuvieron presentes expertos tributarios de ambos lados del Océano Atlántico.

El modelo federal alemán, consagrado por la Constitución germana (no así el español en su Carta Magna), fija una mayor dotación financiera para los 16 länder (estados federados) que el existente para las comunidades autónomas. De hecho, comparten con el Gobierno central alemán porcentajes superiores que en España. Concretamente, los länder se nutren del 42,5% del impuesto sobre la renta (33% en España), el 46% del IVA (35%). Además, recaudan el 50% del impuesto de sociedades que en España es de uso exclusivo del Gobierno central. Asimismo, cada land cuenta con agencia tributaria propia aunque no dispone de capacidad normativa (subir o bajar impuestos) en los impuestos del sistema compartido.

Este modelo está haciendo aguas en la parte de gestión e inspección tributaria, según reconoció ayer Ralph Hoffmann, subdirector de Política Fiscal del Ministerio de Finanzas germano. 'Tenemos una de las más complejas normativas, con miles de folios que abarcan a los 50 tipos de impuestos distintos en todo el territorio; es lógico que los contribuyentes alemanes se quejen de su aplicación ya que deben estar al tanto de lo que hay en cada estado federado', comentó. Pero lo peor de todo es que esta complejidad está causando pérdidas de recaudación al fisco. En torno a 'un 10% de los ingresos totales posibles se pierden por fallos de coordinación entre las diferentes administraciones, escaso control del fraude tributario e ineficiencias ligadas a trámites burocráticos', según Hoffmann.

Berlín lleva años intentando aplicar un sistema informático homogéneo (proyecto Fiscus) entre todos los land y el Gobierno federal, similar al que cuenta la Agencia Tributaria española, pero ha sido imposible poner de acuerdo a todas las administraciones, entre otros asuntos, por su alto coste para sacarlo adelante y las divergencias políticas. Ahora se está intentando reactivar un segundo programa (Konsens), con la idea de que tardará varios años en poder llevarse a cabo, en el caso de que se alcance un acuerdo.

El sistema federal alemán tributario hace aguas también en el control del fraude. No hay un acceso automático de información entre Berlín y los länder. Ello ocasiona que los potenciales defraudadores se busquen las lagunas legales mientras las administraciones se ponen de acuerdo en autorizar la información. Esta laguna llega incluso a nivel internacional. La información que pide un país miembro de la UE tarda en llegar ya que tiene que pasar por varios filtros (el gobierno federal y el territorial) antes de ser atendida.

Para solucionar todo esto el Gobierno de la canciller Angela Merkel intenta ahora una dura negociación con los länder con el ánimo de coordinar mejor las administraciones 'No se trata de variar porcentajes de recaudación de impuestos cedidos sino de que la información fluya más rápidamente y de forma homogénea para que los ordenadores de cualquier administración puedan interpretarlos sin problemas. En algunos casos sí será necesario tomar decisiones de forma más centralizada', dijo Hoffmann.

Canadá, en el punto de mira

Dicho lo dicho, las miradas en el seminario se dirigieron a Philippe Nault, representante de la Agencia Tributaria de Canadá que expuso la situación de su país, utilizado como modelo federal por partidos nacionalistas españoles. Aunque el canadiense adolece también de 'falta de economías de escala y de coordinación entre administraciones', según Nault está funcionando razonadamente bien. 'No hay tensiones entre los diferentes niveles de gobierno', insistió. La mayor coordinación entre Gobierno central y las provincias (similares a comunidades autónomas) está siendo solucionada con la CRA (Agencia Estatal central) creada recientemente (2003). Aunque en la cúpula del organismo figura un político, tiene un perfil técnico. Participan directores territoriales de las provincias que toman decisiones de forma colegiada con el gobierno federal.

Durante el seminario Jeffrey Owens, jefe del Centro de Política Fiscal de la OCDE, elogió el sistema español como 'uno de los más descentralizados en ingresos y gastos tributarios'. Eso no quiere decir, en su opinión, que no sea útil una política centralizada en gestión tributaria.

El coste de recaudar impuestos duplica el de España

Uno de los factores que más pesan entre las 'debilidades' del modelo de gestión tributaria alemán es, según Hoffmann, su escasa eficiencia. Las administraciones germanas dedican 1,8 euros por cada 100 euros que recaudan. En el caso de la Agencia Tributaria española, este ratio se reduce a menos de la mitad (sólo 0,82 euros de gasto por cada 100 euros que ingresa), según datos de la OCDE, referentes al año 2004. La administración alemana es menos eficiente que la francesa, británica, y se sitúa muy por debajo de la de los países nórdicos (Suecia y Noruega).Canadá, otro de los países más descentralizados en cuanto a ingresos tributarios, cuenta, en cambio, con un ratio mucho mejor que Alemania (1,17 euros de gasto medio). La administración federal canadiense se puede permitir, incluso, el lujo de prestar sus servicios de gestión a las administraciones territoriales que lo solicitan, por la mayor eficiencia de la primera. Es lo que se está negociando ahora con los impuestos locales de Toronto, según Nault.

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